Lejos queda ya ese Everton que parecía luchar por las primeras posiciones. Y es que con una victoria en los últimos seis partidos, los 'toffees' no pasan por su mejor momento y prueba de ello es el empate a uno ante un equipo que está en zona de descenso.
Sorprendió el Burnley con su inicio. Y es que prácticamente no había pasado nada en el encuentro cuando el conjunto 'claret' se adelantó en el marcador. Tras una jugada trabajada, con muchas combinaciones, el cuero le llegó a los pies de Brady, que con un zapatazo potente pero preciso batió a Pickford para abrir la lata.
No le quedó otra al Everton que despertar. Que estirarse y buscar el empate con insistencia. Y quién si no, Calvert-Lewin, lo intentó poco después con un tiro que atajó el guardameta local. El cuadro 'toffee' dominaba el balón, con un Richarlison muy activo y buscando embotellar al Burnley. Tuvo que entrar Gomes para sustiuir al leisonado Delph, pero justo antes del descanso, los de Ancelotti encontraron su premio. La sociedad Richarlison - Calvert-Lewin volvió a funcionar. Pase al segundo palo del brasileño que embocó el inglés para igualar la contienda.
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Se acentuó el dominio del Everton tras el receso, aunque la zaga 'claret' se hizo fuerte y las ocasiones no llegaban. Un muro imposible de tumbar, pese al intento final de Cenk Tosun. Un partido más sin ganar.