Nuevo United, mismos problemas. El equipo de Solskjaer vio volar los tres puntos de Old Trafford en el descuento ante Crystal Palace (1-2). Los londinenses, produciendo muy toco, se llevaron su primera victoria en el Teatro de los Sueños en la Premier League en un final dramático.
Porqué el United, muy pobre en ataque, consiguió igualar en gol inicial del Palace a falta de dos minutos para el final. Lo hizo el joven Daniel James, reivindicado. Qusieron más los diablos rojos y se lanzaron a por el segundo, algo que les salió muy caro. En el tiempo de descuento, Van Aanholt sorprendió con un segundo gol que hiere duramente a los mancunianos.
Por si no podían ir peor las cosas, el United ve como se agranda su trauma con los penaltis. Por tercera jornada seguida tuvieron una pena máxima a su favor. Una semana atrás, Pogba la desperdició. En esta ocasión, en la segunda mitad con 0-1 en el marcador, asumió la responsabilidad Rashford, el tirador que pedía la afición. Y lo falló, estallándolo en el poste.
Antes de esto pasaron muchas cosas. Primero, la afición mostró su apoyo a Pogba ante los insultos racistas recibidos días atrás. “There’s only one Paul Pogba”, cantó Stretford End. Sobre el verde el United monopolizó el balón y el Palace que se encerró en su propia mitad. Les bastó a los visitantes con pasar una vez para adelantarse: Lindelof, flojo, erró por el aire y dejó a Ayew solo ante De Gea. No falló el africano.
Solskjaer tuvo que mover ficha en la segunda mitad: entró el joven Greenwood, pero no mejoró mucho el equipo. Malograron el penalti, pero cuando todo parecía perdido apareció James. El joven galés se reivindicó con una rosca que limpió la escuadra de Guaita a falta de dos minutos para el final. Old Trafford pidió más, y acabaron con nada.
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La contra armada en el 91' por Zaha y Van Aanholt, con gol de este último, va a doler en Manchester. También a De Gea, que pudo hacer más. A este United le queda mucho por hacer.