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El Chelsea sirve el alirón al Liverpool

Los 'blues' superaron al Manchester City para hacer campeón de forma matemática al Liverpool de Klopp

Los goles de Pulisic y Willian superaron al de De Bruyne para premier a un Chelsea certero en la contra

Pol Ballús

La Premier se finiquitó en Stamford Bridge. El Chelsea hirió al Manchester City (2-1) a golpe de contra y sirvió el título, ya de forma matemática, al Liverpool de Klopp. Los ‘reds’ ganan la primera Premier de su historia gracias a los goles de Pulisic y Willian, que les convierten en un el campeón más precoz de la historia de la Premier League, con siete jornadas de margen.

Cosas del destino, fue Pulisic, discípulo de Klopp años atrás en el Borussia Dortmund, quien empezaría por alegrarle la noche al técnico alemán. El extremo norteamericano penalizó a un City que había arrancado mejor en dominio, pero cometió un error imperdonable. Un malentendido entre Gündogan y Mendy en la zaga lo arrebató Pulisic para robarles la cartera y salir a la contra sin mirar atrás. Batió a Ederson con solvencia, y dejó tocado a un City que no mejoró hasta la segunda mitad.

La entrada de Gabriel Jesus y David Silva revitalizó a los de Guardiola, que encontraron su mejor momento en el duelo y su mejor De Bruyne. El belga mostró su condición de líder igualando el encuentro en una falta espectacular, una ‘folha seca’ que limpió la escuadra de Kepa. El partido pudo haber cambiado si, un minuto después del empate, Sterling hubiera acertado en su única llegada a puerta rival: superó a Kepa, pero mandó su vaselina al poste.

 

Pasaron los minutos y el desgaste físico se notó más en los de Guardiola. El Chelsea, apaciguado en su campo, hirió a los mancunianos en cada contra. Tuvo el segundo Pulisic, que dribló Ederson pero vio como Walker salvaba su disparo a puerta vacía. Insistieron los ‘blues’. Primero con Mount, que perdonó, y finalmente con la enésima estampida que doblegó la defensa celeste. Fernandinho despejó con la mano un remate de Abraham que iba a la red. El VAR lo confirmó: penalti y tarjeta roja para el brasileño. Willian asumió la responsabilidad, engañó a Ederson y liberó al Liverpool de un trauma de 30 años sin ganar la liga.