El Chelsea sigue en estado de emergencia, más cerca del descenso que del liderato después de arrancar un triste empate en White Hart Lane frente a un Tottenham que evidencio la triste realidad del campeón de la Premier.
Un remate a bote pronto de Heung-Min Son tras combinar con Eriksen que se encontró en las manos Begovic estuvo a punto de derrumbar al equipo de Mourinho, ya en la segunda mitad, cuando el grupo de Pochettino se hizo con el mando del juego y apenas Cesc mantuvo las ideas claras entre los blues.
La igualada acabó por castigar a los dos equipos, puesto que alejó al Tottenham de los puestos de Champions y mantuvo al Chelsea en lugares invisibles, pero no hace otra cosa que confirmar la crisis que atenaza al club de Stamford Bridge, que epnas ha ganado uno de los últimos cinco partidos en una Premier que se ha convertido en una pesadilla.
La visita al Tottenham, además, dejó patente el divorcio de Mourinho con Diego Costa, a quien dejó en el banquillo y no utilizó en todo el partido hasta que el jugador le lanzó, disimuladamente. De hecho, alrededor del entrenador portugués parece imposible que exista paz.
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"Drogba solo quiere vender libros" explotó Mou como contestación al delantero marfileño, quien trascendió los problemas del técnico en su tercer año al frente de un club, todo ello mientras el entrenador portugués pretende revolucionar la plantilla, tras confirmarse que, de momento, mantiene el apoyo de Abramovich.