En las oficinas de Stamford Bridge se están preparando para unos meses movidos. Después de revelarse las pérdidas de 121 millones de libras durante la temporada pasada, y de los 153M de la anterior, el conjunto 'blue' necesita hacer caja con la venta de parte de sus grandes estrellas si no quieren enfrentarse a posibles sanciones en el fairplay financiero de la Premier League.
Además de las cifras anteriormente mencionadas, el presidente Todd Boehly tendrá que afrontar una cantidad superior a los 500 millones de libras después de la adquisición del club. Todo ello se deberá hacer antes del 30 de junio, el último día de la temporada 2022-2023, para mantener las pérdidas por debajo de los 105 millones de libras, el límite permitido por la competición, e incluirse en las cifras del próximo año.
Hasta la fecha, han sonado las posibles marchas de jugadores como Mason Mount, Trevoh Chalobah, Conor Gallagher, Ruben Loftus-Cheek y Callum Hudson-Odoi, que no le cuestan nada al club en concepto de transferencias. Además, estrellas como Mateo Kovacic, Edouard Mendy, Hakim Ziyech o Christian Pulisic también estarán en juego en el siguiente mercado.
Sabiendo de la situación, el Manchester City ya ha preguntado por Ben Chilwell, lateral izquierdo de los 'blues'. El Chelsea pide entorno a los 70 millones por él, pero el City sabe que con el inglés podría acabar de perfilar una posición que está quedando en entredicho en el Ettihad Stadium.
La guerra de Ucrania, un punto en contra
El club ha culpado de esta situación económica a la guerra de Ucrania, que llevó a que el gobierno del Reino Unido impusiera sanciones al ex propietario del club, Roman Abramovich, por sus vínculos con el líder ruso Vladimir Putin. “El club estaba restringido en varias áreas, incluida la firma de contratos con jugadores y socios patrocinadores, lo que colectivamente resultó en gastos extraordinarios y pérdida de ingresos”.
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Aunque la situación del Chelsea sea crítica, hay más clubes 'tocados' en la parte económica: el Everton se enfrenta a una deducción de puntos por saltarse el fairplay financiero, y el Manchester City tiene 101 cargos que se le imputan durante un período de nueve años.