Si hay una afición que vive el fútbol como nadie son los ingleses. En el Reino Unido, la cuna del deporte rey, la afición se entrega a sus equipos como a una religión y lo viven apasionadamente. El Luton Town, recién ascendido a la Premier League, es uno de esos equipos en los que la peregrinación al campo se convierte en una experiencia de lo más genuina.
Ver un partido del Luton Town en el campo es como estar en casa: para acceder al estadio hay que cruzar los jardines traseros de los hogares de los vecinos. Cuando vas de visitante al Kenilworth Road, vas paseando por la avenida lateral hasta que, de repente, parece que vayas a entrar a una casa. El acceso a la grada Oak se encuentra situado entre dos casitas adosadas y, al cruzar las puertas, cruzas los jardines traseros, saludas a la gente que está cenando en su casa y subes unas escaleras que te llevan a la grada.
Una grada como las de los estadios en los 60 o los 70: taburetes sin acolchar, en muchas ocasiones sin siquiera respaldo y con una visibilidad cuestionable pero un ambiente espectacular. Eso es fútbol.
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El ascenso a la Premier del Luton Town le provoca llevar a cabo las obras necesarias para mejorar los accesos y adaptarlo a los requerimientos de la competición.
Gary Sweet, el director ejecutivo del club, asegura que hay mucho trabajo por hacer: "Las mejoras que hay que llevar a cabo están tasadas en 8 millones de libras, quizás 10. Habría que reconstruir una grada entera en menos de tres meses, casi nada. En realidad, es solo para cumplir los requerimientos de la Premier League en cuanto a instalaciones y las transmisiones televisivas".
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Se trata de una cuantía elevada teniendo en cuenta que el Luton Town está construyendo un estadio nuevo al que todavía le queda trabajo por delante. Seguro que los Hatters, los sombrereros, tal y como se conoce a los aficionados del club, piensan que es un precio asumible al hecho histórico de ascender por primera vez en su historia. Sin embargo, está claro que traería consigo una pérdida importante, el valor añadido de su estadio: el poder ver el fútbol como en casa.