Dos campeones continentales frente a frente. Dos púgiles venidos a menos pero con ínfulas del pasado. La final de la Champions de 2008. Chelsea y Manchester United no atraviesan sus mejores momentos, pero aspiran a regresar a la cima. El potencial económico de ambas entidades es indiscutible y los proyectos que se avecinan a buen seguro que barajarán cifras mareantes. Pero para ello, para convencer y fichar a futbolistas, hay que prometerles la Champions League.
Colea en Stamford Bridge la polémica en la portería, donde Kepa tiene escrito en la frente el cartel de transferible. Lampard le ha puesto la cruz. Hasta que no llegue un sustituto, el vasco será titular. Por delante, pocas novedades. El doble pivote Jorginho-Kanté es indiscutible. Abraham será el responsable del gol.
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Los ‘diablos rojos’ llegan con lo puesto. La artillería se ha ido oxidando y lesionando. Ighalo refuerza la vanguardia tras pasar la cuarentena por el coronavirus. El United se concentró en Marbella para asaltar la zona Champions. Sus vecinos del City podrían haberles dado un gran empujón.