El Arsenal no levanta cabeza. La derrota por la mínima ante el Southampton (1-0) perpetúa la mala racha de los 'Gunners', que han perdido sus últimos tres partidos. Fraser Forster, guardameta de los 'Saints' fue el gran responsable de que los de Mikel Arteta no pudiesen aprovechar el tropiezo del Tottenham (0-1) para recortar distancias en la lucha por la zona Champions.
Los de Mikel Arteta llevaron la batuta del partido desde el pitido inicial. Su voluntad fue, en todo momento, monopolizar la posesión, y cuando no fuese posible, recurrir a presiones agresivas para recuperar el balón. De este modo, la primera gran ocasión llegó tras forzar un error defensivo. Martinelli, en el interior del área, asistió para que Saka rematase a placer. Sin embargo, el intento del internacional inglés fue frustrado por una magnífica intervención de Forster.
El guion se mantuvo durante la primera parte, con un Arsenal que mejoraba su prestaciones con el paso de los minutos. Sin embargo, el devenir del partido cambió al filo del descanso. En una segunda jugada fruto de un saque de esquina, Elyounoussi retrasó el esférico para que Bednarek, solo contra el portero, adelantase a los 'Saints'.
La segunda mitad supuso un cambio de orden en el aspecto táctico. El Arsenal necesitaba ganar para dar un paso hacia adelante en la lucha por la zona Champions, y para ello necesitaba dos goles. De este modo, Arteta sustituyó a Soares y a Tavares, sus dos laterales, para dar entrada a Smith Rowe y a Pépé, dos jugadores de marcada vocación ofensiva.
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Los cambios en el esquema llevaron a los 'Gunners' a volcarse al ataque, pero se toparon con un muro llamado Fraser Forster. El guardameta inglés, que ya fue decisivo en la primera mitad, despejó sendos remates a bocajarro de Smith Rowe y Saka para seguir manteniendo su portería a cero.