Pena máxima en el Emirates. Y no hablo de que los dos goles que hubieron en el partido fueron de penalti. Hablo de que con este empate el Arsenal ya no podrá entrar en la Champions por la vía Premier. Sí podría hacerlo si gana la Europa League. El conjunto de Emery empezó arrollador y se fue diluyendo hasta dejar escapar dos puntos vitales. El Tottenham, el gran rival, sonríe.
Y eso que el Arsenal salió a por todas desde el inicio. Sabedor de la necesidad de ganar en el Emirates, el cuadro de Emery realizó un arranque de encuentro demoledor en el que pudo dejar visto para sentencia el partido. Mkhitaryan, en la primera ocasión del partido, estrelló su remate en la madera. Era el primer aviso.
En el segundo, el Arsenal ya iba por delante en el marcador. Aubameyang aprovechó una pena máxima para abrir el marcador. Con el tanto, el cuadro 'gunner' pudo dedicarse a dominar el partido, aunque el Brighton salía a la contra y se asomaba a la meta de Leno con cierto peligro. Murray y March empezaron a poner el miedo en el cuerpo a la afición del Arsenal, que empezaba a ver ciertos fantasmas. Aun así, fue el conjunto de Emery el que pudo abrir brecha al final de la primera mitad pero Mustafi y Aubameyang no estuvieron acertados.
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En la reanudación, los fantasmas se instalaron en el Emirates cuando Murray dejó de avisar y transformó una pena máxima. Esa precisamente es la sensación que se instaló en las gradas, la de pena máxima. Con el 1-1, al Arsenal tan solo le valía ir a por la victoria si quería luchar por la Champions hasta la última jornada. Solo faltaba el gol, algo que no llegó a pesar de estar más de media hora intentándolo. De hecho, fue el Brighton el que puso incluso llevarse la victoria.