El Watford desciende seis años después a la segunda división inglesa. En una jornada final de infarto, con tres equipos en la pomada por evitar dos billetes hacia el abismo, los 'hornets' certificaron su fatal destino al caer por 3-2 ante el Arsenal. Lo hicieron, sin embargo, con las botas puestas. Pese a perder por tres goles sobre la media hora, los de Hayden Mullins pelearon hasta el último segundo para salvar la categoría. No alcanzó.
El encuentro empezó de la peor manera posible para el Watford. A las primeras de cambio, el VAR chivó a Mike Dean un penalti de Dawson sobre Lacazette en un lance aéreo dentro del área. Aubameyang asumió la responsabilidad y engañó a Foster en un tiro pegado al palo que encontró la red.
Los ‘hornets’ eran carne de Championship y no les quedaba otra que buscar la remontada, así que se pusieron manos a la obra. El primer aviso llegó pasados los diez minutos en una salida rápida por banda derecha que Pereyra culminó dentro del área. Martínez le privó del empate con un pie salvador.
Era evidente que solo uno de los dos contendientes se jugaba la vida. Mucho más agresivo, vencedor en cada balón dividido, el Watford embotelló al Arsenal. Faltó fluidez en los metros finales. Los ‘hornets’ abusaron de los centros laterales, estériles ante una zaga tan tupida. Y con tanta urgencia acabaron por descuidar la defensa, fatal imprudencia ante velocistas como Aubameyang y Pépé. El ex del Lille comandó antes de la media hora un contraataque por banda derecha que Tierney finalizó en el lado opuesto al fondo de las mallas.
Los ‘gunners’ dieron el tiro de gracia antes de que su oponente pudiera levantarse. Tierney exhibió sus brazos para poner un saque de banda en el área chica, donde Aubameyang recibió de espaldas y remató de chilena al fondo de la red. El partido parecía sentenciado, pero una tarde más David Luiz decidió añadir algo de emoción a la cita. El brasileño cometió penalti sobre Doucouré antes del descanso y Deeney lo materializó para abrir una rendija para la esperanza ‘hornet’.
Y como también es costumbre, al Arsenal le temblaron las piernas. Tras el receso, Mesina disparó alto en una acción enrevesada dentro del área. Los síntomas eran claros: o el Arsenal calmaba las aguas o el 3-2 podía caer pronto. Arteta movió el banquillo, los ‘gunners’ ganaron en control y Foster privó a Maitland-Niles del cuarto.
Fue un espejismo. Martínez evitó en un mano a mano el gol de Welbeck, que llegaría a renglón seguido con el mismo rematador como protagonista. Arteta añadió cemento a la medular, pero el Arsenal hacía aguas por todas partes. Suerte de Martínez, que salvó con una estirada magistral el empate de Welbeck en un remate de tacón.
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El partido estaba roto. Foster evitó la sentencia de Aubameyang, pero el Watford se erigió en dueño de los minutos finales. Solo les valía ganar, dos goles en menos de diez minutos. El peligro era constante, las ocasiones se sucedían, pero los 'hornets' eran incapaces de marcar. La más clara, un cabezazo de Deeney que se fue alto en el tiempo añadido. No hubo tiempo para más. El descenso era una cruel realidad.