El irregular inicio de temporada del Chelsea de Antonio Conte está poniendo nervioso al propietario del club londinense, Roman Abramovich.
Las últimas derrotas en la Premier ante Liverpool y Arsenal han encendido todas las alarmas y el fantasma de acabar deambulando por la liga y volver a quedarse un año más sin Champions ya planea por Stamford Bridge. Abramovich ya ha avisado a Conte de que la situación debe cambiar ya.
Antonio Conte fue una apuesta personal de Abramovich y la respuesta del equipo no es la esperada. Al italiano solo le llegaron cuatro refuerzos (N'Golo Kante, Batshuayi, David Luiz y Marcos Alonso) y optó por dar una nueva oportiunidad a varios jugadores que parecían tener un pie fuera del club. El resultado, de momento, negativo,
Los cuatro fichajes le han costado a Ibrahimovich casi 140 millones de euros y el ruso, visto lo visto, ha decidido tirar una vez más la casa por la ventana y ficharle a Conte lo que haga falta para volver a ver a un Chelsea campeón y que pueda medirse de igual a igual a Manchester City, United o Arsenal.
Conte, sabedor de las intenciones de su jefe, ya se frota las manos y pedirá un refuerzo por línea, excluyendo la portería.
Abramovich quiere solucionar el tema cuanto antes y en su cabeza figuran con fuerza fichajes frustrados como los de Alvaro Morata, Lukaku o Antoine Griezmann. El ruso volverá a intentarlo en el mercado de invierno poniendo todos los ceros que hagan falta en su talonario, pero no va a ser fácil y muy probablemente la revolución del Chelsea deba a esperar a verano.
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Mientras, todo apunta a que Conte deberá tirar con lo que tiene, reconvertir a jugadores como Óscar o Nemanja Matic, Ivanovic o Cesc, que no han dado lo que de ellos se esperaba y rezar que Terry, uno de los pilares del equipo, supere pronto su lesión.