El perro es el mejor amigo del hombre, el que está siempre ahí para animarle y el que le acompañará en todas sus aventuras. Es por ese motivo que quien lo tiene como mascota, lo cuida como a un hijo y se informa de lo que es bueno para él y de lo que no.
Hay algunos detalles que se pueden escapar, pero es importante conocer cuáles son los alimentos que pueden comer sin problemas, y cuáles tendrían que evitar.
Aunque pueden comerlo, siempre y cuando sea en pequeñas cantidades, Sharon Albright, directora de comunicaciones y divulgación veterinaria de la Fundación para la Salud Canina del American Kennel Club, asegura que no es recomendable comer jamón.
"Esta carne tiene un contenido relativamente alto de grasa y sal, lo que puede causar graves problemas de salud a algunos perros, sobre todo trastornos gastrointestinales, como vómitos, diarrea, pancreatitis...", explica Albright.
Además, el jamón puede contener condimentos, aditivos o huesos que pueden ser perjudiciales para el canino, ya que podría asfixiarse o tener reacciones adversas.
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Esta carne tiene una importante cantidad de sal que podría provocarle una intoxicación por iones de sodio. No solamente eso, y es que también es rico en grasa, por lo que le puede resultar difícil de digerir, provocándole pancreatitis.