“Sinceramente, para nada me esperaba este año tan bueno”

No es nada fácil dar el salto al mundo del triatlón profesional. Y mucho menos de la manera que lo ha hecho la triatleta Marta Sánchez (Barcelona, 1995). En su primer año como triatleta en el circuito profesional, la atleta de la comarca de Osona se ha situado en la élite del este deporte, con victorias de prestigio como la obtenida en el IRONMAN Calella – Barcelona el pasado octubre. Antes, debutó en un Mundial IRONMAN con una sexta posición. Sánchez, que anteriormente practicó la natación sincronizada, analiza en esta entrevista “su gran año 2024” y las experiencias vividas. 

Estás en tu primera temporada como triatleta profesional... 

Decidí a principios de año hacer la apuesta por este deporte. Llevo once años con el triatlón, pero podemos decir que es el primer año que me he lanzado a la piscina e invertir todo en ello. 

¿Fue un paso difícil hacer el salto al profesionalismo? 

Sí, porque la verdad es que se han reunido ciertas condiciones, como obviamente los resultados conseguidos a principios de temporada con la victoria en el IRONMAN 70.3 de Pucón y después la victoria en el IRONMAN de Suráfrica. Esto ha hecho que confiara un poco más en mí e intentara dar este salto, porque es un deporte que es muy caro, muy difícil. Además, las ayudas cuestan, y los buenos resultados me han animado a intentarlo. 

De momento el balance, viendo tus resultados, se puede calificar sin duda de muy bueno... 

La verdad es que es increíble. No hay palabras para describirlo, para nada me esperaba esto. Sí que es verdad que cada año voy dando pequeños pasitos, pero, sinceramente, para nada me esperaba este año, y va a ser la temporada más larga que he hecho nunca, empezando a competir el 7 de enero y terminando el 15 de diciembre. Así que estar durante todo el año teniendo buenos resultados la verdad es que también es un paso más allá. 

¿En tu entrada en este mundo del triatlón profesional te ha sorprendido algún aspecto en especial? 

Hay partes tanto negativas como positivas. Las negativas es que no es lo mismo estar compitiendo en casa que cuando ya te sumas a un calendario más internacional, porque hay que sumar todos los desplazamientos, conocer los nuevos lugares, el estrés de la competición... porque desde fuera todo se ve muy bonito, pero cada carrera implica un esfuerzo extra a nivel logístico, más allá de la propia competición. Y la parte positiva, mirando diez años atrás, que es cuando empecé, pues creo que mucha más gente vive del triatlón, porque se está profesionalizando cada vez más y esto hace que los deportistas queramos invertir más en ello. 

Desde fuera todo parece gratificante en la vida de un deportista profesional, pero ¿qué es lo más complicado de llevar? 

La verdad es que ahora mismo no encuentro ningún punto negativo, porque estoy haciendo lo que realmente más me apasiona y, además, tengo la suerte de que mi entorno más cercano, mi pareja y mi familia, me pueden acompañar en la mayoría de las competiciones y de los viajes. Quizás tampoco siento esa añoranza porque me paso la mitad del año fuera, pero al tenerlos cerca la verdad es que está siendo muy ameno. Respecto a las lesiones, me están respetando mucho, así que de momento no puedo quejarme para nada.  

A principios de octubre ganaste el IRONMAN Calella – Barcelona. ¿Lo viviste de manera especial por ser la prueba de casa? 

Fue muy especial. Fue la primera prueba de triatlón que competí en su momento por relevos mixtos hace 11 años. La verdad es que verme ahí de nuevo, con el público y con toda la gente, familiares y amigos que se acercaron hasta Calella, fue no tan solo la victoria sino el hecho de sentirme tan acogida. Será una carrera que no olvidaré nunca. 

Anteriormente debutaste en el Campeonato del Mundo IRONMAN femenino en Niza, y con una sexta posición. ¿Cómo lo viviste? 

Todavía cuesta de asimilar cuando me van diciendo los resultados. Está siendo un año inesperado, increíble, muy luchado, pero sinceramente inesperado porque muchas veces haces la apuesta y es muy difícil que salgan las cosas, y están saliendo creo que mejor de lo esperado. Niza era un circuito que lo tenía cerca de casa, que pude estudiarlo bien y me preparé muy bien la prueba, y salió mejor de lo previsto. Estuve toda la carrera dentro del top 5, y era impensable. 

Sin lugar a dudas en triatlón de larga distancia IRONMAN es la gran potencia

Marta Sánchez

— Triatleta

¿En el mundo del triatlón de larga distancia ganar una prueba IRONMAN te da más prestigio e impacto mediático? 

Sí, sin lugar a dudas en larga distancia, IRONMAN es la gran potencia. De cara a la siguiente temporada sí que me ha abierto muchas puertas. 

Nos remontamos a tus inicios... ¿Cuándo empezaste con el triatlón? 

Fue un poco de rebote. Yo venía de la natación sincronizada, de los 6 hasta los 17 años estuve practicándola. Es un deporte de caducidad corta y llegó un momento en el que se terminó, de un día para otro. Y simplemente el triatlón vino como hobby, de hecho, fue mi actual pareja quien me lo enseñó, yo no sabía ni qué era el triatlón. Empezó totalmente como una afición, más por hacer deporte y salud, pero la vena competitiva siempre ha estado ahí y año tras año fui cada vez más ambiciosa. 

¿Tienes alguna estrategia para afrontar cada segmento del triatlón? 

La clave, al menos para mí, es ser bastante regular en los tres segmentos, porque al final es un deporte muy nuevo, relativamente nuevo, y a día de hoy ya se ve que en triatlón hay que ser muy completo en los tres segmentos, no vale solo ser un buen corredor o un buen ciclista, sino que hay que encontrar el equilibrio en los tres segmentos. 

¿En este final de temporada tus objetivos pasan por competir más en pruebas IRONMAN 70.3?  

Sí, de hecho, las dos últimas pruebas que haré forman parte del circuito de las IRONMAN Pro Series que de cara a 2025 va a ser un objetivo para intentar estar peleando por ese ranquin. Así que nada, va a ser un poco de test para ver el nivel en este tipo de pruebas y finalizar con el Mundial IRONMAN 70.3, que de hecho es la primera carrera que hice en enero para clasificarme. 

Estos días estás en Kenia en un training camp... 

Sí, descubrí Kenia hace prácticamente un año. Fue en diciembre pasado que me vine aquí, al principio más por turismo porque estábamos en temporada, pero sí que vinimos después a entrenar en el famoso Iten donde están los atletas. La verdad es que nos sorprendió muchísimo para lo que es el triatlón, las carreteras para poder entrenar y este va a ser aquí mi training camp en altura. Además, sobre todo, se juntan la altitud, el clima que durante todo el año es bastante estable y a nivel cultural los keniatas te transmiten sus valores de hacer las cosas de una forma muy simple, pero con grandes resultados al final. 

¿Y qué falta para ver a atletas africanos competir en triatlón? 

Es complicado. Aquí los atletas salen con las condiciones más precarias. Cada vez que venimos aquí intentamos darles nuestras zapatillas y los ves que usan el material al máximo. Con lo mínimo que les das ellos lo intentan exprimir. El triatlón sinceramente es un deporte en el que necesitas mucho a nivel de material... cuando llegas aquí pues ves lo privilegiados que somos de simplemente estar practicando este deporte. Es mucho el material necesario y no todo el mundo tiene la oportunidad de poder conseguirlo.