Invierno no es época, normalmente, de grandes operaciones. Es tiempo de parches y remiendos para tapar los jirones que sufre la plantilla tras los primeros meses de competición. Es el ‘Wallapop’ del fútbol, donde reina la segunda mano y la inversión mínima.
El Barça pretende cerrar con Denis Suárez una operación con tintes veraniegos en pleno mes de enero, que es como cambiar las reglas del juego. Considera, y está en lo cierto, que el gallego tiene mercado de sobras y no está dispuesto a que le tomen el pelo otra vez como hizo el Inter el año pasado.
NOTICIAS RELACIONADAS
Por eso ha colocado el producto en el escaparate durante las últimas semanas, agarrando el altavoz y gritando que Denis está en venta. Lo ha hecho tarde y de forma demasiado evidente, cuando lo que recomendaba un caso así era mover el material de forma seductora mostrándolo durante toda la temporada, insinuando a los potenciales compradores que merecía la pena el esfuerzo. Ahora solo existen dos opciones: rebajar las pretensiones o esperar al verano.