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El Barça logró una victoria de campeonato. Un triunfo gigantesco que le coloca con 12 puntos de ventaja sobre el Madrid y deja sentenciada la Liga. Este título ya no se puede escapar. El equipo de Xavi recuperará el cetro futbolístico español después de tres años de sequía. Lo más difícil ya se ha conseguido. Ahora solo falta gestionar esta estratosférica diferencia con inteligencia. Sin bajar en ningún momento el pie del acelerador. Pero saboreando en cada partido el magnífico olor de la gloria. Este domingo se ganó mucho más que un clásico. Se ganó una Liga y, sobre todo, se ganó el derecho a volver a soñar en grande. Porque este título que ya se acaricia con la punta de los dedos solo debe ser el primer paso de la resurrección de un Barça que ha sabido superar en tiempo récord la triple crisis deportiva, económica e institucional que le colocó al borde del abismo.
El Barça jugó más y mejor que el Madrid en la primera parte. Propuso y atacó. Creó ocasiones y mereció irse al descanso con una victoria parcial. Ni siquiera la mala fortuna del gol en propia puerta de Araujo modificó la hoja de ruta del equipo de Xavi, que dominó el partido y consiguió en el último suspiro el tanto del empate por mediación de Sergi Roberto. El guión se mantuvo en la reanudación. Con un Barça más intenso, más ambicioso, dispuesto a sentenciar la Liga con una remontada. Pero llegó el cansancio. Que provocó las imprecisiones. Y los nervios. El VAR anuló el 1-2 del Madrid por fuera de juego y ya en el tiempo de descuento, sacando fuerzas de flaqueza, el Barça trenzó una jugada perfecta: iniciada por Lewandowski con un taconazo, prolongada con un gran centro de Balde y culminada por Kessie en el 2-1 definitivo que daba a los blaugranas una victoria épica.
NI LAS CAMPAÑAS PUEDEN CON ESTE BARÇA
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La previa del clásico estuvo marcada, lamentablemente, por el ‘caso Negreira’. La polémica, alimentada por los altavoces del antibarcelonismo (que son muchos y muy poderosos), tenía como principal objetivo desestabilizar al equipo de Xavi ante un partido decisivo. No consiguieron su propósito. Este Barça es un proyecto sólido, inmune a los ataques del enemigo. Que se supera ante las adversidades. Y que es consciente de la necesidad de conquistar el título para seguir construyendo un futuro de éxitos. Este Barça es un equipo campeón y este domingo volvió a demostrarlo con un triunfo que certifica el cambio de ciclo en el futbol español. El Barça vuelve a ser el Barça. Y eso no hay manipulación, por muy perversa que sea, que lo frene...