ESTÁ AL CAER LA PRIMERA LIGA DE TITO, la segunda de Sandro Rosell, la sexta de Leo Messi y de Andoni Zubizarreta, la séptima de Xavi Hernández y... la undécima de Pep Guardiola. Sí, porque esta Liga también corresponderá a Pep Guardiola. No vendrá a recogerla, no se paseará en la rúa, no se la contabilizará como suya porque no la ha trabajado, pero si el Barça es campeón es gracias también a la labor del técnico catalán durante su etapa en el club. Las relaciones con Tito puede que se hayan enfriado, quizás algún día se recuperen, o quizás no, pero si Tito es campeón es por el enriquecimiento que supuso para él la etapa al lado de Guardiola, si es campeón es también porque se encontró con un equipo hecho, porque Pep sentó las bases de un proyecto que Tito, también partícipe de esa idea, ha podido prolongar. Es por esta razón, que Pep también merece nuestro aplauso por un título que, en mayor o menor medida, le corresponderá. Ganó seis campeonatos como jugador, uno en el Barcelona B como entrenador y tres en el banquillo del Camp Nou. Este último lo ha ganado desde Nueva York, donde se ha refugiado del ruido mediático. La decisión ha ayudado a que Tito pudiera trabajar en paz y, pese a refugiarse, su nombre ha estado en el candelero porque su sombra es alargada dada su enorme incidencia en la construcción del actual equipo. Pep parió este equipo y por esto el título también será suyo.
La undécima Liga de Pep Guardiola
OPINIÓN
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