Laporta dice que confía en Koeman. Antes del partido contra el Atlético (que acabó con una nueva y dolorosa derrota) le ratificó públicamente en su cargo aunque solo dos días antes hubiera confirmado privadamente que estaba sentenciado. El presidente cambió de parecer después de dos profundas conversaciones con el técnico holandés, en las que éste le convenció de que era muy culé, de que se veía capacitado para sacar adelante al equipo y de que con el regreso de los lesionados todo iba a ser diferente. Pues bien, este domingo empieza una semana de tres durísimos partidos en la que el Barça y Koeman se lo juegan todo. Tres encuentros decisivos en el Campo Nou que marcarán la suerte del equipo en la Liga y en la Champions y, por supuesto, la continuidad del entrenador.
Porque, a pesar de lo que dijo Laporta antes del duelo en el Wanda, el futuro del técnico depende de los resultados. Y, concretamente, de estos tres resultados. El Valencia, el Dinamo de Kiev y el Madrid serán la vara de medir de la capacidad de reacción del equipo. El gran objetivo es ganar los tres encuentros para coger oxígeno. Cualquier resultado que no sea una victoria será un revés para las aspiraciones de recuperación. Y eso, evidentemente, lo saben los jugadores. Y, por supuesto, lo sabe Koeman. Y, evidentemente, lo sabe Laporta. Así que la presión será máxima...
Koeman ha trazado un plan para revertir la situación crítica que atraviesa el equipo. Estratégicamente tiene claro que el camino a seguir es el de Luis Enrique con la selección española. Allí hemos visto, por ejemplo, la mejor versión de un Busquets totalmente apagado en el Barça. Proteger al medio centro es clave para que el Barça pueda empezar a desplegar su fútbol. Por ahí debe iniciarse la recuperación. Por ahí y por evitar los graves errores defensivos que están costando tantos goles. Por no hablar de la necesidad imperiosa de mejorar en ataque: solo 11 tantos en 9 encuentros.
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En este sentido, la plena recuperación de Ansu Fati (ya puede ser titular) y la llegada del Kun Agüero (se irá incorporando poco a poco) son imprescindibles, ante la ineficacia de Coutinho y el desacierto de Luuk De Jong. Si todo encaja, el Barça tiene que ofrecer un rendimiento mucho mejor que el que ha ofrecido hasta ahora. Y ese es el primer paso para resurgir. Y para ganar partidos. Y para que Koeman conserve su puesto. Y para que Laporta (ahora de verdad) confíe en su entrenador.