El Barça se encuentra en medio de una tormenta con la dimisión de la junta directiva de Bartomeu y pilotado ahora por la gestora hasta que pueda haber elecciones. Sumado a un proceso de rejuvenecimiento del equipo y al encaje de los jugadores que llevan más tiempo en la plantilla. Añadimos también el nuevo entrenador y para rematarlo sumamos un inicio pobre en los resultados y en las cifras goleadoras.
Son muchos frentes abiertos para un club, que aunque esté acostumbrado al movimiento, y hay que ir gestionando cada apartado por separado.
El primero y más urgente en lo que a lo deportivo se refiere es el de recuperar el rumbo en la Liga. El equipo lleva ya cuatro tropiezos a sus espaldas en la competición liguera y tiene la oportunidad ante el Betis de irse al parón mejorando la cifra de 2 de 12 puntos conseguidos.
El Barça tiene aún encuentros pendientes en la competición de la regularidad, pero bien haría en ponerse las pilas pronto para que a nadie se le empiece a pasar por la cabeza si hay que olvidarse de la Liga para centrarse en la Champions o otra locura similar.
Es normal que el equipo tenga que ajustarse, pero un tropiezo antes de que los internacionales viajen con sus selecciones dejaría un registro bastante preocupante y muchos días para darle vueltas. Es la hora que la maquinaria se engrase y regresen los goles y ese Barça que era una apisonadora en Liga.
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Que todo el run run que rodea al club deje trabajar tranquilo al entrenador y los jugadores lo den todo en el campo. Hay equipo y hay futuro pero no se puede dejar escapar esta Liga. Hay tiempo, pero hay necesidades.