El FC Barcelona tiene un gran equipo titular. Enorme. Magnífico. Un once capaz de ganar cinco títulos en un año. Y batir récords goleadores con la mejor delantera del mundo. Un once con futbolistas tan extraordinarios como Messi, Suárez y Neymar. Un once con futbolistas tan solventes como Busquets y Piqué. Un once con magos del balón como Iniesta... El problema del Barça es que solo tiene once jugadores titulares (catorce a mucho estirar). Y algunos suplentes que no están a la altura de lo que necesita este Barça.
Ya lo sabíamos. Lo habíamos comprobado en el campo del Villanovense, un equipo de Segunda B, donde esos suplentes no pudieron pasar de un empate acero. Pero lo ratificamos este miércoles ante un Valencia desahuciado. Algunos de estos suplentes volvieron a ofrecer una mala imagen. Indigna de futbolistas del FC Barcelona. En un partido en el que el conjunto de Luis Enrique se jugaba la posibilidad de batir el récord histórico de imbatibilidad del Barça de Guardiola, esos suplentes no lucharon por conseguirlo. Aunque al final, el joven Kaptoum logró el gol del empate salvador.
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Estos suplentes, desde Adriano a Mathieu, pasando por Vermaelen o Douglas, tenían una oportunidad para reivindicarse. Pero no la aprovecharon. Tal vez se sientan tan suplentes de las estrellas que ya han tirado la toalla. Han renunciado a poder arrebatarles a los cracks alguna titularidad. Se conforman con estar, en el mejor de los casos, en el banquillo. Y eso es triste. Muy triste. Porque el Barça necesita buenos suplentes. Porque los titulares a veces están lesionados. O sancionados. O enfermos. O, simplemente, fallan. Los mejores titulares necesitan los mejores suplentes. Y si no están en el Barça hay que ficharlos.