El mundo está lleno de contradicciones. Cuanto más incierta es la situación deportiva del Barça y más delicada la económica, menos futbolistas aceptan salir y abandonar su zona de confort. El ‘tapón’ en la plantilla amenaza con adquirir tintes insospechados, sobran fichas por todas partes y Xavi parece decidido a tomar cartas en el asunto con los que no cuenta. A alguno, no lo quiere ver ni en pintura...
Se antoja una difícil solución, pues legalmente los contratos en vigor hay que cumplirlos y las rescisiones son caras y solo resuelven el problema a medias. Debe ser que en el Barça se vive demasiado bien y fuera hace frío, pero es muy triste ver cómo hay jugadores de la plantilla que prefieren quedarse, sabiendo que no van a tener ni media oportunidad, antes que ‘renacer’ en otro equipo. ¿Dónde está el deseo de jugar, de sentirse importantes?
¿Quién utiliza La Masia?
La tonada evocará a los más ‘boomers’ a un mítico anuncio de una conocida marca de aceite y es válida para retratar cómo se pueden sentir los canteranos que vienen por detrás, quieren derribar la puerta del primer equipo y pagan los platos rotos del ‘overbooking’.
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Iñaki Peña seguramente tendrá que volver a buscarse la vida porque Neto ya ha comunicado al club que no quiere salir, Abde promete comerse el mundo pero le faltará sitio para correr la banda del Camp Nou y promesas del filial por las que se había apostado desde pequeños, como Arnau Comas o Jandro Orellana, ya han tenido que hacer las maletas. ¿Es una cuestión de nivel o de falta de oportunidades? Nadie lo duda, el futuro del Barça pasa por su base, es la esencia y lo más barato. Entonces, utilicen más La Masia, por favor.