El Barça tiene en estos momentos operaciones abiertas en el mercado con diversos futbolistas implicados. Las reglas del mercado han cambiado, y la falta de dinero líquido solamente se puede sustituir con trueques: de ahí que haya ahora mismo un espectacular carrusel de nombres de futbolistas blaugranas encima de las mesas de varios clubes europeos. El Barça gestiona estos días el futuro inmediato de Arturo Vidal, Rakitic, Semedo, Umtiti, Todibo, Junior e incluso Rafinha, sin descartar más futbolistas si se abren otras opciones interesantes en el mercado.
El club tiene la obligación de renovar la plantilla, lo que acelera todavía más la necesidad de ofrecer nombres para un eventual intercambio. Ahora bien, esta situación inédita, ya de por si diferente de la de cualquier ventana de mercado precedente, tiene la particularidad que puede mezclarse con la vuelta a las competiciones, y encima en su tramo más decisivo.
Es decir, que en caso de que se confirme el regreso de la Liga en junio y el de la Champions en agosto, nos podemos encontrar con que los mismos jugadores que tienen que defender la suerte el equipo en un momento crucial son los que ya saben que pueden marcharse a final de año. No hay precedentes de un solapamiento semejante del momento cumbre del ‘mercato’ y del tramo decisivo en el que se deciden los dos grandes títulos.
NOTICIAS RELACIONADAS
Por eso, el Barça tendrá que afrontar el fenomenal reto de motivar a futbolistas que ya saben que probablemente no continuarán o, incluso peor, que no saben a ciencia cierta donde van a jugar el año que viene. La ventaja es que el club blaugrana no estará solo en esta tesitura, y la mayoría de grandes clubes europeos se verán en la misma encrucijada. Lo que es evidente es que, como nunca antes, el mercado influirá directamente sobre las competiciones, y viceversa. Otra reto nuevo que nos trae la crisis del coronavirus.