Sin palabras. Han sido cuatro semanas temibles y estamos tocando el cielo. Triplete posible. Nuestros amigos, sobre todo Josep, están en pleno shock. No es para menos. A seguir jugando así.
Josep.- Pues sí, estoy un poco triste. Me cuesta confesarlo y ya sé que te vas a burlar de mí, pero estoy un poco triste. Me da rabia decirlo porque como hace tantos años que nos conocemos, sé que te vas a burlar de mí. Las cosas son así.
Carlos.- Menudo preámbulo… ya me dirás lo que te pasa porque, según dices, estoy a punto de burlarme de ti. Lo cual quiere decir que te pasa cualquier tontería insignificante. Espero.
Josep.- ¿Sabes qué?... casi mejor no te digo nada y ya está. Total, no nos vamos a entender. Pues dejémoslo y ya está. Sí, casi mejor.
Carlos.- Vale, pero los amigos están para decirse las cosas. No sé, a lo mejor me lo cuentas y no me burlo tanto.
Josep.- Te burlarás. Yo sé que te burlarás, porque los optimistas sois unos intransigentes y unos dictadores en esto del estado de ánimo y estos temas. Ya me lo sé yo.
Carlos.- Venga, suéltalo. No te lo quedes dentro que te puede provocar aerofagia. ¿Por qué estás triste si puede saberse?
Josep.- Pues porque… pienso que es probable que ya no vea otra vez tres clásicos, que el Madrid no gane ninguno y que días después los blancos se estrellen contra el Ajax y que el Barça le meta cinco al Olympique. Ya está. Por esto estoy triste. Ya lo he dicho. He disfrutado tanto, que pienso que una y no más Santo Tomás.
Carlos.- Pues si que es para cachondearse de ti. ¿Será posible?... Si tú estás triste, ¿cómo deben estar los del Madrid y los del Lyon? Acaba de pasar y ya estás nostálgico de futuro… eres un cenizo amiguete. Disfruta de los tres clásicos, del Ajax exterminador y de la manita a los franceses.
Josep.- Tres clásicos, tú. Tres clásicos como tres soles y luego el Madrid fulminado de la Champions… y luego cinco golazos.
Carlos.- Pero ya te dije que ganaríamos el tercer clásico… Te lo dije y tú que no y que venga a dejarte llevar por el miedo. ¿Te lo dije o no te lo dije?... solo contéstame esto. ¿Te lo dije?
Josep.- Sí, me lo dijiste. Por eso, que ha sido tan bonito que creo que es irrepetible. ¿No lo entiendes?
Carlos.- Primero. Eso no lo sabes. Igual el año que viene volvemos a lo mismo. Segundo, no comer por haber comido… disfruta de los tres clásicos, del Ajax y del Lyon, y a vivir, don desilusionado. ¿Qué te dice tu mujer?
Josep.- Que ella también echa de menos algún triplete sexual y no se queja tanto. Dice que menos Barça y más “partiditos” en casa.
Carlos.- Pues espabila que a ti te falta marcar goles en propia puerta y dejarte de tanta desesperanza culé.
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Josep.- No es tan fácil que los años no pasan en balde. Igual necesitaré algún suplente sexual por si me lesiono. Vaya a ser que tenga cuatro gatillazos seguidos como el Madrid.