El problema del Madrid no es de entrenador, sino de plantilla. La llegada de Zidane es una buena decisión de Florentino porque pacífica el ambiente pero el principal lío del Madrid radica en la renovación de una plantilla. Ramos, Marcelo, Modric, Benzema -todos ellos pesos pesados del equipo- están por encima de la treintena y, como decía Modric, los que tenían que dar un paso adelante no lo han dado. Y allí están los casos de Ceballos, Asensio, Isco o Odriozola. Y luego están los que ya han demostrado que no están al nivel de un equipo top como Mariano o incluso Courtois. El Madrid tiene que afrontar una profunda renovación de su plantilla, la que tenía que haber efectuado hace algunas temporadas pero que, gracias o por culpa de las Champions, iba aplazando.
Lo hizo en su día cuando echó a Ozil, Higuiain, Albiol, Pepe, Callejón o luego Di Maria para dar entrada a otro grupo de jugadores como Kroos, Casemiro o Modric. En esta ocasión, la renovación no ha llegado, se durmió en los laureles con el marrón que esto implica porque no es nada fácil, nada, ir al actual mercado para fichar a jugadores de nivel para reforzar a un equipo. Solo hay que mirar como lo hace el Barcelona ahora. Ficha a De Jong en enero y puede hacerse con De Ligt en marzo para no tener que llegar a verano donde el mercado se convierte en una subasta, con el aumento de precios que estos supone.
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Florentino he puesto la primera piedra pero ahora le queda lo más complicado: salir de compras en clubs que pueden tener más dinero que tú.