Debut en la Champions... y susto para empezar. El descaro del Ferencvaros sorprendió y generó dudas en un Barça titubeante. Al rescate, una vez más, Leo Messi. Una acción individual acabó en penalti claro. Y gol. Todo un mazazo que cambió por completo el decorado del encuentro. Ya con el marcador a favor, tres detalles importantes en este primer tiempo. Ausente Jordi Alba por lesión, la dupla Sergi Roberto y Trincao asumió el protagonismo por banda derecha. El portugués abandonó la timidez que le ha acompañado este inicio de temporada y realmente hizo mucho daño en sus acciones de uno contra uno. Bonitos detalles también de Pjanic. El bosnio, con extrema simpleza, jugando a uno o dos toques como máximo, sacó el balón con muchísima claridad desde atrás. Y, por último, Ansu evidenció que es el delantero con más feeling con el gol.
PROBLEMAS A LA VISTA
No todo fueron buenas noticias en esta cómoda goleada ante el débil Ferencvaros. Gerard Piqué vio la tarjeta roja y no tendrá más remedio que perderse la trascendental visita al feudo de la Juventus. Tras unos instantes de desconcierto, el Barça retomó el pulso ofensivo. Y quién lo iba a decir, en buena medida gracias a la irrupción de Ousmane Dembélé. El francés fue pieza clave en el origen del cuarto gol y fue el autor de la quinta diana. Un gran bagaje para un futbolista que no atraviesa por su mejor momento. La gran duda que me asalta es saber si Griezmann no jugó un solo minuto pensando en el Clásico del próximo sábado o bien fue por una cuestión tan simple como su rendimiento en los últimos partidos. De momento, a disfrutar con una goleada en Champions League.
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La clave: el Barça recuperó el pulso goleador con una fácil goleada al Ferencvaros.