Neymar, ¿Y ahora qué?

Se fue del Barça para ganar un pastón y, en teoría, para relanzar su carrera como el líder de un equipo que se iba a comer el mundo. Neymar decidió salir del club blaugrana por la puerta de atrás pensando que en París iba a ser feliz porque le hacían un proyecto a su medida con el gran objetivo de conquistar Europa. Su entorno le comió la cabeza hasta convencerle de que solo podría ser el mejor del mundo si salía de la estela de Messi y, en unos pocos meses, se le ha venido el mundo encima. Porque de lo único que puede sentirse satisfecho es de su cuenta corriente. ¿Valía la pena dar este paso solo para cubrirse de oro?

El PSG ha vuelto a demostrar que es un auténtico despropósito. No se puede entender que, tras tanto dinero invertido (o mejor dicho, malgastado), el equipo parisino solo esté para ganar la Liga francesa, un trofeo menor y descafeinado en Europa. El cabreo de los propietarios debe ser descomunal porque da la sensación de que alguien les ha tomado el pelo. Este PSG se ha desmontado solo con la lesión de Neymar y así es imposible construir algo serio. No han sido, no son, ni tienen pinta de ser un grande de Europa.

Con este sonado nuevo fracaso habrá que ver cómo reacciona Neymar. El brasileño ya tiene claro que en el PSG ni ganará la Champions en su vida, ni se convertirá en Balón de Oro, salvo que sea el líder de la selección brasileña ganando un Mundial. Su carrera ha ido para atrás y el brasileño, que está recuperándose en su país de su lesión, debe tener un dilema. O le dan las llaves del PSG para que le fichen un entrenador afín y le rodeen de los mejores futbolistas del mundo o lo mejor es saltar del barco lo antes posible. Y no sería nada extraño que su próximo destino estuviese en Madrid. En el Bernabéu necesitan una estrella joven y Florentino está dispuesto a pagar mucho. Lo que queda claro es que Ney no ha sabido medir los pasos de su carrera y eso podría hundirle como jugador y como marca.