Todo lo que rodeó la organización del homenaje a Quini en el Camp Nou fue un auténtico caos: de hecho, en la víspera Quini sufrió una crisis nerviosa cuando supo que la directiva del Barça había vetado la presencia de su buen amigo Diego Armando Maradona. Hubo poco público (apenas 15.000 espectadores) y varios de los cracks anunciados en la previa no pudieron participar.
Entre los que estuvieron destacó la presencia de Johan Cruyff, que jugó en el combinado de futbolistas que se enfrentó al Barça. A sus 35 años recién cumplidos, Quini se retiraba del fútbol, pero un mes después se lo pensó mejor y aceptó la oferta del Sporting de Gijón para volver a jugar. Aún disputaría tres temporadas más en Primera División.