LA MEJOR PRIMERA PARTE DE LA TEMPORADA. El Barça disputó unos primeros 45 minutos descomunales. El equipo realizó una exhibición en toda regla, desplegando una lista de virtudes inacabable: presión asfixiante sobre el Atlético tras pérdida de balón, ritmo alto de juego con circulación veloz y precisa, concentración en todo momento y un equilibrio impresionante en todas las líneas. Y todo ello frente a un Atlético con el juego rocoso de siempre. Atención especial al gol del croata Rakitic, justa recompensa a un gran esfuerzo colectivo.
ADIÓS A BUSQUETS Y PÉRDIDA DE SOLIDEZ. Los problemas físicos de Sergio Busquets marcaron un antes y un después del partido. Tras la marcha de Busi nada fue igual, una muestra más de la importancia del de Badia en el centro del campo del Barça. Y si a esto añadimos los problemas de Messi, pues a sufrir. El Atlético, con toda la fortuna del mundo y más, sacó provecho de una acción para restablecer el empate. De ahí hasta el final, el Barça mantuvo el tipo pero la falta claridad y un poco de acierto en los metros finales para reconducir la victoria. Pese al jarro de agua fría del 1-1 final, empate valioso frente al Atlético Madrid si tenemos en cuenta lo vivido en la segunda mitad.