Rafa Nadal ha recibido a Bertín Osborne en “Mi casa es la tuya” de Telecinco y la conversación nos ha servido para constatar que el tenista controla al milímetro su exposición pública, que Bertín cuenta más cosas que su invitado y que el presentador crea un buen clima. El formato del exitoso programa tira de recursos habituales como una realización muy cuidadosa, versiones elegantes de éxitos musicales y algún que otro dron. Globalmente es un homenaje al tenista y solamente al final Osborne le suelta “no me puedo ir sin pensar que este tío no tiene ningún defecto” momento en que descubrimos que es impuntual y desordenado. Pecados ultraveniales. El programa tiene un aire publicitario por el coche del presentador y por los espacios escogidos, la Rafa Nadal Academy y el restaurante de un familiar. Y por si fuera poco, está patrocinado por un banco cuya imagen es Rafa como nos recuerdan periódicamente. Para eso pagan. La conversación nos permite descubrir a un Rafa sincero “-¿te sigues divirtiendo jugando? -a veces sí, a veces no”, como le impactó descubrir a los 19 años que tenía la enfermedad de Müller-Weis y como la solucionó gracias a una plantilla muy agresiva o que habla frecuentemente con Julio Iglesias y que no come mucha carne porque le “cuesta tragarla”. La mejor conclusión la suelta Bertín Osborne al acabar “las devuelve todas”.
Homenaje de Bertín a Nadal
OPINIÓN
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