El Barcelona disfruta esta temporada de dos jugadores nuevos que ofrecen un rendimiento sensacional y que han derribado axiomas que se iban manteniendo con el paso de los años. El primero es Arthur, contratado por 31 millones de euros. Escasos meses después de su llegada, el brasileño se ha convertido en un fijo en las alineaciones de Valverde con lo que ha demostrado que el gasto ha sido una buena operación. Además, cuando se lesionó, se le echó de menos quedando claro que es necesario para este equipo. Arthur ha demostrado en muy poco tiempo esa verdad que no era tal: Los brasileños necesitan un año en Europa para adaptarse al juego. Arthur ha evidenciado que era una falacia. Lo que sí va con retraso es en demostrar que puede jugar los 90 minutos. De momento, solo ha acabado cinco encuentros de los que ha acabado. Y no deja de ser extraño en un jugador tan joven.
otro fichaje acertado
El segundo en cuestión es Lenglet. Fichado como complemento, el francés se ha convertido en un fijo en el equipo aprovechando la lesión de Umtiti, a quien no se le ha echado de menos. El Barça sufría en acertar con los centrales y ahora tiene a otro de garantías. No es muy alto, no es físico, no es especialmente técnico pero es un notable en todo.
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Es, eso sí, muy profesional, listo y no pierde nunca la concentración. Además, sin una actitud estridente, ha entrado con buen pie en el vestuario. Tengo ganas por ver como se espabila ante Lukaku, a quien ya paró la pasada temporada cuando estaba en el Sevilla.