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Griezmann... ¿Por qué?

OPINIÓN

Griezmann vuelve a jugar un partido con el Atlético de Madrid el 12 de setiembre de 2021 / | SPORT

Con la oficialidad de Griezmann, el Barça se ha quitado de encima un ‘marrón’. El que heredó, cortesía Bartomeu. Sí, el club ingresará 20 millones más variables y liberará casi 40 ‘kilos’ en su libro de salarios para 2023-24. Algo es algo. El asunto es que el fichaje de Griezmann ha sido una película de Berlanga. Una antología del disparate.

Cuando baje el telón, se completará un ‘hat-trick’ terrible para el Barça. Primer gol en propia puerta: en lo deportivo, AG fue un error. Era el Messi del Atleti y el Barça ya tenía a Messi. Aventura fallida. Segundo gol en propia meta: pagar 135 millones por un cromo repetido, pagando la fiesta con dinero del socio. El tercer autogol, el más doloroso, manchar la imagen del Barça.

Regalados Villa y Suárez, empaquetado Arda y ahora con Griezmann, el socio del Barça se hace cruces sabiendo que los atléticos no verían con malos ojos que su campo pasara a llamarse ‘Nobita Metropolitano’ - copyright Xavi Valls-, como muestra de agradecimiento infinito al ex presidente. Más allá de la pinza histórica entre ambos - los dos comparten su antipatía por el blanco-, el culé, por obra y gracia del inefable ex presidente ya está harto de negociar con el Atleti. Razones tiene.

La cronología de la operación Griezmann es una tragicomedia en azulgrana: primero rechazó al Barça con el documental de ‘La decisión’; luego, el ex presidente le fichó al año siguiente por 120 millones, financiando el fichaje de Joao Félix por el Atleti; después aparecieron presuntas pruebas que señalaban que se habían incumplido las normas FIFA y de propina, se pagaron al Atleti otros 15 millones en unos inexplicable derechos de preferencia (¿?). Para comer cerillas.

Con la casa inundada y el agua al cuello, la nueva junta trató de achicar. Decidió ceder a Antoine al Atleti con una opción de compra por 40 ‘kilos’ - sujeta a un porcentaje de partidos y minutos concretos-, y cuando el Atleti presionó con la ‘jugada’ del minuto 63, el Barça, tras amenazar con querellas o acudir a un proceso de arbitraje, acabó renegociando.

Cuando se haga oficial la venta, el Barça cobrará seis veces menos de lo que pagó por Griezmann y 16 millones menos de los que pactó en un contrato de cesión con tinte surrealista. Ojalá alguien se anime a pensar que se puede escribir esto siendo del Atleti con el único interés de hacer reflexionar al Barça.

 

Ojalá alguien cuente por qué se fichó a Griezmann, que alguien explique quién redactó ese contrato de cesión y se sepa por qué no se acudió al tribunal de arbitraje. Ojalá alguien explique a los socios por qué se subestima al Atleti en los despachos, cuando el que siempre sale herido es el Barça. Parafraseando a Mou: ¿Por qué?