Partido muy disputado, con muchos duelos individuales, y una presión máxima que hacía muy difícil combinar y progresar elaborando las acciones. El hecho de que el balón estuviera siempre rodeado de jugadores y sin espacios libres no favorecía los ataques, pero llegó el 1-0 en un pase largo al espacio en un desmarque de ruptura de Auba, que controló perfectamente la pelota y la puso en la escuadra.
La asistencia, de nuevo de Jordi Alba, que perdió a su ‘socio’ Leo Messi, pero que está encontrando nuevos ‘complices’. Ese espacio que tan poco utiliza el Barça para atacar las defensas rivales entre el central y el lateral zurdo fue determinante ayer con la llegada de Gavi para asistir a Auba y anteriormente la ruptura a ese espacio de Dembélé en otra genial asistencia de Alba, que le regaló el gol a Frenkie de Jong, que llegó muy bien de la segunda línea.
Efectividad máxima
Efectividad máxima del Barça, que contrastó con la poca eficacia mostrada frente al Nápoles. En la segunda parte hubo un momento de indecisiones y el Valencia anotó su gol. El Barça no tenía posesiones largas para controlar el balón y el juego. La salida de Pedri mejoró el juego y fue el origen del cuarto gol con un disparo sorprendente, muy lejano.
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Valorar el buen partido de Dest, el muro defensivo que hizo Araujo, los goles de Auba, que demostró ser muy válido para el ataque azulgrana en esa posición de ‘9’, y de nuevo un Gavi exquisito a un nivel muy alto. Gran victoria azulgrana que ayudará mucho a crecer al equipo.