Tras la explosión de júbilo que supuso la histórica goleada en el Bernabéu, el FC Barcelona afrontaba el duelo de Champions contra la Roma con un doble objetivo: sumar el punto que necesitaba para asegurarse la primera posición de grupo y ver el rendimiento de Messi (que pasó casi inadvertido en el clásico) tras su lesión. Se sumaron 3 puntos en lugar de 1 y Messi demostró que, a pesar de llevar alejado de los terrenos de juego dos meses, continúa siendo, aunque sea a menor ritmo, el mejor futbolista del mundo.
El Barça ganó cómodamente a la Roma en una nueva exhibición futbolística del equipo de Luis Enrique. Con el regreso del tridente, el protagonismo pasó del centro del campo a la delantera y Luis Suárez, Neymar y Messi volvieron a dejar clara su excepcional compenetración. Especial atención merece el papel de Luis Suárez. El uruguayo ha marcado 10 goles en los últimos 6 partidos que ha disputado. Le marcó 2 goles al Madrid y le metió otros dos a la Roma en el Camp Nou. ¡Y eso que Florentino Pérez decía que no era un buen jugador!
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Al FC Barcelona le ha sobrado un partido y medio en esta fase de grupos de la Champions. La segunda parte ante la Roma ya fue aprovechado por Luis Enrique para hacer rotaciones (al descanso dejó en el vestuario a Sergio Busquets y dio entrada a Samper) y lo mismo sucederá en el último encuentro, que el conjunto blaugrana disputará en el campo del Bayer Leverkusen (el 9 de diciembre). Una demostración más del momento de forma excepcional de un Barça que ha ido de menos a más y que vuelve a aspirar a ser campeón de todo.