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Confirmado: CR7 es un maleducado

OPINIÓN

Cristiano Ronaldo no ha tenido un buen comienzo en la Serie A / | sport

Lo digo muy en serio. No me lo quito de la cabeza. Sí, ya sé, que es una manera de hablar, pues a nadie le puede ocupar dos segundos ni inquietar un minuto que Cristiano Ronaldo haya plantado a la UEFA, perdón, al fútbol, perdón, a los compañeros, perdón, a el equipo que representaba, al club que representa, a la selección cuya imagen idolatran (ya no digo a los patrocinadores que lo forran de dinero, no) y, de pronto, decidiese no acudir a la gala de la Champions, o de la UEFA, o del fútbol europeo.

Y digo, de pronto, porque me temo, bueno, debe ser así, que haber enviado a su fotógrafo personal por delante, es la prueba de que, en principio, tenía planeado pasearse por la alfombra roja de Mónaco. Pero, al final, se enteró que el ganador del trofeo al mejor jugador europeo de la temporada era para Luka Modric. Y, entonces, montó en cólera, no tuvo a su lado, como le suele ocurrir siempre, a alguien (o varios), que le dijesen que eso no lo podía hacer, todo lo contrario, que, con más motivo, debía ir, pero CR7 le dijo al comandante de su jet privado que volviese a meter el avión en el hangar.

Sí, ya sé que me dirán que por qué me detengo en este detalle, mínimo, sin importancia. Porque demuestra de qué pasta está hecha esta gente. Futbolistas, lo siento, como CR7 no pueden ser ejemplo de nada. Quienes pretendieron defenderlo ayer, dijeron que lo que le ocurría era que no quería cruzarse con la delegación del Real Madrid (¡y mucho menos con Florentino Pérez, de quien no se despidió!) No, no, perdón, es tan maleducado, tan soberbio, que ¡no se despidió de nadie!

Los que lo defienden con esa minucia de coartada no aciertan del todo (a mi entender) o, simplemente, no aciertan. La delegación del Real Madrid iba a ir a Mónaco cuando CR7 envió a su fotógrafo (eso no le inquietaba), lo que no estaba previsto (o que Cristiano se negaba a creer) era que Modric le ganase la votación al mejor futbolista de la temporada. Fue eso lo que convirtió en astillas el espejo en el que CR7 se estaba haciendo el nudo de la pajarita mientras se vestía para la gala y, de pronto, descubrió que, al menos en este 2018, para el fútbol ha habido uno más guapo (perdón, mejor; más guapo es imposible, o casi) que él.

No le defiendan ustedes con el tradicional y típico “bueno, Cristiano es así, ya se sabe, lo coges o lo dejas”. No, perdone, no, uno puede ser de mil maneras, pero, cuando te están mirando, cuando eres el centro del fútbol, cuando pretendes ser un modelo, cuando representas a un equipo, a un club, a una nación, a unas marcas, no deberías hacer determinadas cosas, determinados desplantes. ¿Estás en tu derecho? ¡por Dios!, por supuesto, ¡faltaría más!, pero, luego, no trates de dar lecciones a nadie, de salir, airadamente, en televisión, entrevistas camufladas, en las redes sociales y tratar de ser un modelo que no eres, amigo.

Claro que con hermanas como Katia o managers como Jorge Mendes uno ya lo entienden todo. Los dos, la hermana y el creador, han puesto el grito en el cielo, no solo asegurando que es una barbaridad que CR7 no haya sido elegido el mejor, sino que es ridículo que el premio se lo haya llevado Lucas Modric, que tiene un GPS futbolístico en su cabeza, el mapa del fútbol.

Y, perdón, pero si la tal Katia y el tal Mendes airean ese pensamiento tan mezquino, es porque el propio Cristiano Ronaldo lo comparte al cien por cien ¿a qué sí?, pues sí, y la prueba vuelve a ser, lo ciento (o no), su desplante a la UEFA, al fútbol, al Real Madrid, a la Juventus y a la afición planetaria que lo tiene por un ídolo.

Es evidente y déjenme que continúe con el asunto porque si un gesto así hubiese sido protagonizado por Leo Messi se hubiesen parado las rotativas y enmudecido las redes sociales (Messi no fue a la gala porque ni fue invitado, ni estaba en la lista de premio alguno, ni tenía por qué ir), que la no presencia de CR7 le salvó de un mal trago a Florentino Pérez, cuya foto, lo siento, sí soy bastante malo, con Keylor Navas en lo alta del escenario (eso, altísimo el portero), fue durísima para el presidente que ha fichado a uno de los mejores porteros del mundo, sabiendo (bueno, él nunca lo ha creído así) que tiene al mejor, al ganador de tres Champions.

 

Por lo demás, amigos, tan solo les diré una cosa. Si yo fuese el Tottenham, el PSV o el Inter de Milán estaría muchííííííííííísimo más preocupado de lo que puede estar el Barça con el sorteo de la Champions. Yo, al rival que nunca querría tener, sería al Barça. A Leo Messi. Sí, ya sé que la Roma se ríe de eso. Yo, no.