Opinión

El clásico, siempre con Halloween

Lamine Yamal y Vinicius durante el Real Madrid - Barça de La Liga 2023/24 / AP

Ya tenemos el primer clásico oficial de la temporada. Y, un año más, vuelve a estar situado a finales de octubre. No, no piensen que el primer duelo liguero entre FC Barcelona y Real Madrid se disputa cerca de Halloween porque esa noche suele ser terrorífica para una de las dos aficiones. Yo hace tiempo que sé que tampoco lo hacen para que pueda celebrar mi cumpleaños con un buen partido. Y, entonces, ¿por qué el calendario, siempre caprichoso, nos pone cada año este partido en las mismas fechas? ¿No era aleatorio?

Lo cierto es que hay algo de azar en la confección del calendario, pero hace tiempo que se acomodó el término asimétrico para que el algoritmo que decide los emparejamientos tuviera en cuenta todo tipo de consideraciones. Desde peticiones de un club por arrancar fuera para rematar obras en su estadio, tener un partido especial para hacerlo coincidir con el aniversario… y, en el caso de las televisiones, tener el partido con mayor audiencia del fútbol español en un momento clave de sus campañas comerciales.

Hablando en plata: las plataformas de pago saben que este partido es un elemento clave en evitar la fuga de clientes hacia otros servicios o bien es la punta de lanza para captar a nuevos suscriptores. ¿Por qué octubre y no otro mes? Al parecer, el histórico de comportamiento de los consumidores que realizan estas compañías ha llegado a una conclusión: en septiembre, con el inicio de curso, todos los hogares revisamos nuestra estructura de costes y empezamos a dar de baja aquello que no usamos para encajar otras cosas o ahorrar. Y ahí, saber que El Clásico está ahí parece que es un freno para plantearse cambiar de operadora o renunciar a la OTT de turno. Pasada esa fecha, ya hemos acomodado el gasto mensual y la urgencia de cambio es menor.

Este hecho, que suele pasar inadvertido para la mayoría, demuestra por qué el valor de los derechos audiovisuales no ha dejado de crecer durante las dos últimas décadas. Y basta con un par de datos: en el arranque de LaLiga EA Sports, Barça y Madrid han logrado una audiencia media con sus partidos de 1,3 millones y 1,5 millones de telespectadores, respectivamente. Datos más propios de lo que cosecha la televisión en abierto, pero que corroboran esa idea: hay más de un millón de personas en España que no tiene intención de dejar de pagar por ver a su equipo.

El siguiente debate, y esto ya da para otro capítulo, es cuál es el precio máximo que estamos dispuestos a pagar y cuánto podrían bajarse las suscripciones para que, ensanchando el mercado, no se perdiera valor.

¿Nueva era en la RFEF?

Juanma Morales quiere ser presidente de la RFEF / MF

Esta semana ya hemos conocido el nombre del primer candidato outsider a presidir la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). Se trata de Juanma Morales, actual CEO del grupo de supermercados IFA y quien ha anunciado su intención de optar a suceder a Pedro Rocha.

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Toda una sorpresa. Primero, porque sus intenciones no habían trascendido hasta hoy y porque no tiene vinculación previa con la industria, algo que puede ser incluso hasta positivo tras la última etapa. Y, segundo, porque su perfil puede aportar el proceso de profesionalización que el organismo no ha sabido emprender al ritmo que hicieron LaLiga y sus clubes.