¿QUÉ VALENCIA PODEMOS ESPERAR? Con el cambio repentino de entrenador, se presenta la gran duda sobre el Valencia que vamos a ver en el Camp Nou. Con Marcelino estaba claro, con Celades -su sustituto-, no tanto. Es bien cierto que con solo 2 o 3 sesiones de entrenamiento del nuevo entrenador, es tiempo insuficiente para incluir en su once titular muchas novedades, y mucho menos todavía cambiar su modelo de juego, por lo que el Valencia de Celades deberá ser muy parecido al Valencia del técnico cesado. Un Valencia al que no se le daba nada bien visitar el Camp Nou, pero en las últimas 6 ocasiones parece haber cambiado el signo: de sus seis últimas visitas ha salido airoso en la mitad de ocasiones, ganando en un par de duelos. Sin ir muy lejos, la pasada campaña, empató (2-2) cuando se había puesto con un 0-2 inicial. Además queda en la mente del aficionado azulgrana su último enfrentamiento en la final de la Copa del Rey, que dejó una grieta importante en el club blaugrana.
La situación convulsa que vive el vestuario, donde una gran parte de la plantilla públicamente se ha volcado con su exentrenador, considerando totalmente injusto su despido, puede afectar en su nivel de concentración y en su juego. Lo cierto es que si el Barça es capaz de ponerse de cara el marcador temprano, los valencianistas pueden acusar el golpe y anímicamente tener pocas opciones de recuperarse.
¿CAMBIO DE DIBUJO TáCTICO? Celades en la selección Sub-21 era partidario del 4-3-3 y en alguna ocasión aislada apostaba por el 4-2-3-1. Con Marcelino, el sistema habitual era 4-4-2, y es de prever que ante el Barça siga manteniendo Celades el mismo sistema, a la espera de disponer de más tiempo para trabajar con sus ideas e implantar el dibujo táctico que desee.
Cillessen en portería ante su antiguo equipo, con Wass y Gayá como laterales, ambos con una clara vocación ofensiva y muy llegadores hasta la línea de fondo, mientras Garay es fijo en el eje de la zaga y su pareja bien puede ser Paulista o Diakhaby. Parejo es el alma organizativa del equipo y jugador clave, mientras que Coquelin le había ganado la partida a Kondogbia como acompañante. En las bandas Soler y Guedes, el canterano llegador siempre que el juego viene por la banda contraria para ser el último rematador y aportando una gran dosis de trabajo defensivo. El portugués, más dañino con balón, con un muy buen disparo y siempre buscando la diagonal con el balón para disparar desde la frontal del área. Gameiro y Rodrigo pueden ser la pareja atacante, veloces para las contras, listo y siempre en zona de remate el francés y mucho más combinativo y asistente Rodrigo al que le gusta mucho bajar a recibir para poder asistir o finalizar las jugadas.
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Futbolísticamente dudamos entre un Valencia con presión alta a la salida del balón de la defensa del Barça o, en cambio, apostando por un repliegue en bloque bajo para defender cercano a su portería, con dos líneas de 4 hombres muy juntas y cediendo mas las bandas que no los pasillos interiores. La velocidad en sus transiciones defensa-ataque, con pocos toques y mucha verticalidad para sacar el mejor partido a la velocidad de sus hombres en ataque. Esas transiciones y las contras, son las armas fundamentales del equipo che en ataque.