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Quique Setién presentó el domingo su candidatura como futuro entrenador del Barça. Puede que nunca llegue a sentarse en el banquillo del Camp Nou, porque los vericuetos del fútbol son muy caprichosos. Pero la brillante victoria del Betis, el juego exhibido (especialmente en la primera parte) y sus constantes referencias al libro de estilo de Cruyff y Guardiola le posicionan como una firme opción. Lo más importante que hizo Quique Setién fue demostrar que se puede jugar como el Barça (como la mejor versión del Barça) sin tener a futbolistas como Xavi e Iniesta.
La idea está por encima de todo. Y de todos. Incluso de los que la ejecutan. Siempre es más fácil, por supuesto, jugar así con los futbolistas que nacieron con ese estilo en su mente y en sus piernas. Y, sobre todo, es más fácil ganar con ellos en el campo. Pero también juega así el propio Pep con el City (el 3-1 ante el United de Mourinho fue una lección: 44 toques en más de dos minutos para marcar un golazo) y el citado Quique Setién con el Betis. Por supuesto que podría hacerlo el Barça de Valverde. Pero para jugar así hay que creer en este estilo. Hasta las últimas consecuencias... Y Valverde no es (tampoco lo fue Luis Enrique) un integrista del modelo. Al contrario. A veces, incluso, parece que son los futbolistas los que le arrastran a jugar de una manera determinada, en contra de sus propios principios...