El valor de la camiseta de Messi

El colegiado chileno Carlos Chandía desveló que le perdonó una cartulina amarilla a Leo Messi durante el transcurso de un partido de la Copa América 2007 a cambio de que al final del partido el jugador le regalara la camiseta. “Ocurre que Messi estaba a una amarilla y yo había dado tres minutos de tiempo agregado, ganando Argentina 3-0 a México y Messi, de la nada, le entra una pelota y la corta con la mano, pero en mitad de cancha, ninguna posibilidad de gol del equipo mexicano ni nada por el estilo. Yo le dije: ‘Bueno, esta jugada es de amarilla, pero te va a costar la remera (playera)’, y no le mostré la amarilla, porque eran dos minutos y medio, jugando 3-0. Era cortarle la posibilidad de jugar la final de la Copa América del 2007”. Esta es una demostración clara de lo que llega hacer la gente por una camiseta de Leo Messi.

El detalle aflora en un momento en el que se ha conocido que su camiseta con el 10 del Inter de Miami es la camiseta más vendida del mundo. Nadie atrae más atención que el jugador argentino. Y eso que el Inter la vende a unos 180 dólares.

El Real Madrid es el equipo que más camisetas vende recaudando 179 millones de euros, pero Messi es el jugador más admirado del mundo. Y esto que está jugando en la MLS, teóricamente una competición menor, y vive los últimos años de su carrera deportiva.

La popularidad de Messi, como lo fue en su día Michael Jordan, seguirá viva hasta muchos años después de su retirada. Hay jugadores que ‘desaparecen’ antes de su retirada, cuando están en el ocaso de su carrera, otros justo el día que han colgado las botas, pero Leo Messi pasará a ser un icono mundial durante muchas décadas.

Aquí arranca el gran error que cometió Joan Laporta al inicio de su mandato. Dejar escapar a Leo Messi es una pérdida irreparable que difícilmente será nunca reparada. Un error imperdonable. Messi era el Barça y Laporta rompió este binomio que le está costando muy caro al club. Una muestra es que tres años y medio después, todavía no está en la regla 1:1 porque como club es incapaz de generar el dinero suficiente para pagar a sus futbolistas. Messi cobrará mucho dinero, unos 50 millones al año, pero generaba unos 200. Un negocio redondo y una historia de amor que era la envidia de toda Europa.

El PSG se frotó las manos, como un regalo caído del cielo, con su llegada. Esta semana publicaba L'Équipe las elevadas pérdidas generadas por la entidad desde la marcha de Neymar y Messi porque vende menos camisetas. Si fue una máquina de hacer dinero, hoy el PSG ha dejado de serlo por no tener ya en sus filas a los dos jugadores sudamericanos. El PSG, como el Barça, sufre la ausencia de Leo Messi.