El planteamiento nuevo de Setién sorprendió al Valladolid, situando a Sergi Roberto como central derecho en una defensa de tres centrales, pero con mucha libertad para incorporarse como interior cuando el equipo tenía el balón.Ello llevó a Semedo prácticamente a la posición de extremo y fue el jugador mas desequilibrante por su profundidad y sus llegadas a la línea de fondo.
El Barça siempre había sido preponderantemente de izquierdas en ataque, con Alba como protagonista, y ante el Valladolid cambió a la banda derecha gracias al buen partido de Semedo.También destacaron las llegadas de segunda línea de Riqui Puig y Arturo Vidal, con muchos jugadores apareciendo en el área rival. En líneas generales fue una buena primera mitad, con ocasiones para marcar el segundo gol, y solo sufriendo en una ocasión con Kike Pérez como protagonista.
TODO DESAPARECIÓ EN LA SEGUNDA. Todo lo bueno que vimos en la primera mitad desapareció en la segunda parte, coincidiendo con los cambios que realizó Quique Setién. Sergi Roberto pasó de jugar como central/lateral a interior izquierdo, en la posición que había ocupado Riqui Puig, y retrasó a Nelson Semedo al lateral cuando había sido el mejor hombre en ataque.
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Todos estos cambios hicieron que el Real Valladolid se apoderase del balón y pudiera jugar en el campo del Barça. Las incorporaciones,en lugar de aportar nuevas energías, acabaron mermando el rendimiento en la recta final y el equipo acabó pidiendo la hora a Mateu Lahoz, agotado físicamente. Pensando, no ya en las dos jornadas que restan de la Liga, sino también en la Champions y el Nápoles, mucho tendrán que mejorar para ser competitivos.