Aunque palmamos contra el Bayern, el Barça lleva cuatro partidos seguidos de liga goleando. La Real se comió cuatro goles como cuatro pintxos; el Valladolid se comió cuatro goles como cuatro lechazos; el Sevilla se comió los tres goles como tres tazones de gazpacho, y el Cádiz se los comió como si fueran cuatro raciones de pescadito frito. ¡Y que vayan pasando! Aquí les esperamos, con Lewandowski poniendo betún a sus botas.
Este Barça enamora tanto que hasta tenemos jugadores con sex-appeal. Según me comentan mis fuentes más fiables (tienen la Wikipedia en favoritos) los dos tops que rompen más corazones entre sus fans son Gavi (un yogurín) y -atención- Héctor Bellerín, que con su extravagancia triunfa entre la multitud.
Lo de Gavi es muy fuerte. No lo había visto hasta ahora con ningún futbolista. Mientras estaba firmando una bandera en la tienda de merchandising del Camp Nou, una chica se acercó y le dio un papelito.
Se ha especulado mucho sobre lo que decía el papelito, y las mentes más morbosas abogan por el número de teléfono o el Instagram de la chica. Pero la verdad es que nadie sabe lo que hay escrito en dicho papelito. Ni tan siquiera sabemos si Gavi aún lo guarda o lo ha usado para envolver el chicle. El papelito podría decir muchas cosas o, a lo mejor, la chica era una simple mensajera, por ejemplo:
- Átate los cordones cuando juegues. Firmado: mamá.
- No firmes tanto, que se te están subiendo los humos y luego no me rindes. Firmado: Xavi.
- O me pasas más balones o te pongo pasta de dientes en los calcetines. Firmado: Rafinha.
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A mí, personalmente, me habría encantado que Gavi hubiera recibido uno de estos mensajes en un papelito. Gavi renovado. Robert hinchándose a goles. La defensa tendiendo a ser ultra fiable. ¿Qué más se puede pedir? Lo de ganar a los grandes ya llegará. Paciencia. Hasta entonces: ¡Elche, aquí os esperamos! ¡Que no os comáis cuatro goles como cuatro paellas!