La salida forzada de Luis Suárez del Barça ha tenido su final en forma de rueda de prensa y fotografía sobre el césped del Camp Nou con un montón de mensajes interesantes. El primero, que está muy dolido pero que se va sin romper la baraja. Está dolido por el fondo “se han inventado cosas, se han filtrado cosas que a uno le indignan” y por la forma “cuando me lo comunica el entrenador ya me lo esperaba porqué se había dicho antes en la prensa”.
De ahí la desbordante emoción de su discurso inicial, una emoción que impregnó a la prensa que le trató con especial cariño en el turno de preguntas. Un turno de preguntas virtual, por cierto, ya que el coronavirus va muy bien para aislar a la canallesca. Barça TV nos ofreció un planteamiento televisivo de mínimos y por eso faltó lo mejor del relato, las reacciones.
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No vimos la cara de Luis cuando Josep Maria Bartomeu hablaba, no vimos la del presidente cuando Suárez se despedía y no vimos plano alguno de la sala donde se intuía que estaba parte de la plantilla y su familia por los ruiditos de los hijos. Una plantilla que minutos antes había arropado a Suárez en el Camp Nou con Messi, Busquets, Piqué, Alba y Sergi Roberto y todos sus trofeos. Tampoco vimos esa potente imagen en primera instancia ya que solo se emitió el fragmento de Luis con su familia y el resto se difundió más tarde. Los detalles, siempre los detalles.