Adiós a Haaland sin traumas

Ha transcurrido casi un año de la noticia más traumática en la historia del FC Barcelona. La salida de Leo Messi hacia París dejó al club desnortado y al plantel decapitado. El recién elegido Laporta no podía pagar a quien garantizó éxitos temporada tras temporada de forma irreal y el abrupto adiós desencadenó el caos. No había un plan B aunque Memphis Depay intentara consolar con éxito efímero al barcelonismo. En el inicio de la era post Messi se derrumbó la opción por las lesiones de que el único con posibilidades de sucederle, AnsuFati, se erigiera en el motor del cambio a base de un carisma y calidad rebosantes. 

En el mercado de invierno Mateu Alemany convenció a un prometedor Ferran Torres, recuperó a Adama que hizo saltar chispas y después se apagó y aprovechó a un rebelde Aubameyang que, motivado, siempre tendrá gol. Refuerzos de segunda fila que le resultaron útiles para el objetivo inicial de sacudir al equipo y ofrecer competencia pero no lo han sido para optar a competir por la liga ni por la Europa League.

Allá por el mes de enero Laporta se empecinaba con Haaland. “Todo es posible” dijo. Aunque ya en marzo aterrizó sobre la tierra y declaró que no iban a alterar el sistema salarial para incorporar al killer noruego. Al presidente le encanta “fer volar coloms”, hablar pretensiones futuras aunque algunos esgrimen que forma parte de una estrategia para crear ilusión en el entorno. Por la cercanía que mantenía con el malogrado Mino Raiola asomó la patita a ver si podía pero el único aliciente de ocupar el vacío dejado por Leo Messi ha sido a todas luces insuficiente para el delantero.

Sea como sea, la no incorporación del goleador del Dortmund no debería suponer un trauma porque ni siquiera optaban a entrar en la subasta. El Manchester City se ha impuesto en la batalla al PSG y al Madrid. Escoger la Premier y a Guardiola parece, a priori, la decisión más inteligente ya que se convierte en la guinda de un equipo ganador que carece de un atacante de su talla. 

El fútbol se empeña en demostrar que sin grandes cracks también puedes alcanzar el éxito. Sin ir más lejos, el verano pasado el Madrid vio frustrado su primer intento de contratar a Mbappé y un año después es campeón de liga y finalista de Champions con un excelso Benzema. El Barça tiene en Ansu Fati a su Benzema. Todo apunta a que el propio City será campeón, de nuevo, de Inglaterra, y se ha quedado a las puertas de su segunda final consecutiva de Champions sin un nueve de balón de oro.