El adiós de dos enormes deportistas

Semana triste para el deporte español, pues han anunciado su adiós dos de sus mejores deportistas, Andrés Iniesta y Rafa Nadal, dos excelentes profesionales en sus respectivos deportes y dos personas admiradas por su comportamiento y forma de ser más allá de los campos de fútbol y de las pistas de tenis.

Iniesta ya se empezó a ir en el 2018, cuando abandonó el FC Barcelona para empezar una aventura que lo ha llevado por Japón y los Emiratos Árabes hasta decir basta con 40 años. Lo hizo con un palmarés impresionante: Cuatro Champions, nueve Ligas, seis Copas, tres Mundiales de Clubes, tres Supercopas de Europa y siete de España ganó con el Barça. Con la selección española, un Mundial y dos Eurocopas. Brutal. Además, ha sido el autor de dos goles que hicieron temblar a Catalunya y a España. Cualquier barcelonista sabe donde estaba en el momento en el que Iniesta se sacó un trallazo para batir a Petr Cech en Stamford Bridge y clasificar al Barça para la final de la Champions que ganaría en Roma contra el Manchester United. Sin aquel gol, que llegó de forma agónica, posiblemente el Barça de Guardiola no hubiese sido lo que fue, pues no habría ganado un sextete histórico. El mismo Iniesta provocó el momento de más felicidad del fútbol español cuando en la prórroga del Mundial de Sudáfrica marcó otro golazo para derrotar a los Países Bajos y darle a España la primera Copa del Mundo de su historia.

Pero Iniesta es mucho más que uno de los mejores centrocampistas de la historia del fútbol. Es una persona excepcional que nunca ha tenido un ‘no’ para nadie. Precisamente que se acordase de su gran amigo Dani Jarque, fallecido un año antes durante la pretemporada del Espanyol, en el momento de celebrar ese gol histórico con España es una muestra de lo gran persona que es.

Y si Iniesta es un excelente deportista, también lo ha sido Rafa Nadal, que se retirará del tenis este año tras la disputa de la Copa Davis tras haber ganado 92 títulos individuales, 22 de ellos de Grand Slam, dos medallas de oro en los Juegos Olímpicos y cuatro Copa Davis, títulos que hubiesen sido más si no hubiese tenido que competir en el tiempo con otros dos monstruos como Roger Federer y Novak Djokovic. El balear ha sido un excelente competidor que se ha levantado varias veces tras caer lesionado y un excelente deportista que jamás ha puesto una excusa, pocas veces ha protestado y en muchas ocasiones ha jugado partidos con dolor sin pensar en retirarse simplemente por respeto al público.

Se van Iniesta y Nadal, dos deportistas irrepetibles y dos ejemplos para las nuevas generaciones.