1-5 y presionando: esto es el Barça-rodillo de Flick

Es difícil explicar la espectacular metamorfosis que ha experimentado el Barça a las órdenes de Hansi Flick, que, para mayor dificultad, ha tenido que forjar un equipo con un sinfín de bajas de primerísimo nivel y un solo fichaje estelar, Dani Olmo. Pues bien, esos 18 puntos y 22 goles en seis partidos de Liga solo se entienden desde un cambio de mentalidad de ciento ochenta grados.

Quedémonos con una imagen de los últimos minutos en Villarreal. 1-5 en el marcador y el equipo presionando a tope la salida del balón de la defensa rival. Querían más, tenían fuerza para más, no pensaban en dosificarse ni en el riesgo de más lesiones. ¡Espectacular!

Esto es el Barça de Flick, un rodillo que arrolla a sus rivales con una preparación física descomunal y una gran mentalidad ganadora que acaso es la que dé gasolina extra a las piernas de los jugadores. Cuando la cabeza funciona, todo lo demás responde. Y Flick ha conseguido meter en la cabeza de sus hombres la actitud que les lleva a desarrollar un sistema en el que creen sin la más mínima duda. Presión, robo y verticalidad. Cara a barraca, nada de perder tiempo. Y en defensa, máxima concentración.

Sí, aunque pueda parecer contradictorio por los tres goles anulados al Villarreal, sin ir más lejos. Sí, porque para tirar la línea del fuera de juego sin dudas ni errores hay que estar muy concentrados. 'Chapeau' a Flick, ha cambiado la mentalidad del equipo. Equipo, siempre equipo. Sin excusas por las lesiones ni alabanzas a las figuras. Los cracks, Lamine, para nosotros. Para él, solo equipo. Es la clave del éxito.