El caso del tenista serbio, Novak Djokovic, en Australia sigue dando la vuelta al mundo. Según una investigación del medio alemán Spiegel, el número 1 del mundo habría falseado sus pruebas PCR para poder jugar el Open Australia con todas las garantías.
El balcánico, que ha admitido haber cometido varios errores burocráticos en la gestión de su enfermedad y la situación de no vacunado, habría dado positivo en COVID-19 el 26 de diciembre y no el 12 del mismo mes tal y como han asegurado los abogados en el juicio.
El 20 veces ganador de torneos Grand Slam presentó una prueba positivo en PCR del 12 diciembre y otra negativa del 22 de diciembre, con el fin de demostrar que ha superado la enfermedad y está en disposición de poder competir pese a no haber recibido ninguna vacuna.
Sin embargo, todo se debe a un descuadre en las fechas según el registro digital de pruebas serbio. Todo apunta a que la prueba negativa se realizó antes de la prueba positiva e ingresó en la base de datos y no al revés, como afirman los abogados de Novak Djokovic.
Las irregularidades podrían incurrir en sanción
El rotativo germano, sin embargo, habría descubierto ciertas "irregularidades" en la documentación, algo que las propias autoridades australianas penan como un delito grave para entrar en el país. Pese a haber reconocido ciertos "errores" ante las figuras judiciales, el serbio podría ser sancionado por la ATP con hasta tres años fuera de las pistas.
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En lo que a la actualidad se refiere, por el momento el tenista está en disposición de competir y defender el título en esta edición de 2022, donde es uno de los grandes favoritos, pero la investigación sigue abierta y la situación puede volver a cambiar rápidamente.