El pasado fin de semana, los magistrados australianos tomaron la decisión definitiva de deportar del país a Novak Djokovic de manera inmediata, tras varios días en los que la polémica se expandió por todo el mundo. Los jueces alegaron irregularidades en el caso, pero advirtieron de que el veredicto final sería expuesto con detenimiento a lo largo de la semana. Así pues, este jueves se ha conocido que el motivo principal del fallo judicial es la preocupación por el movimiento antivacunas.
Los tres magistrados encargados del fallo, James Allsop, Anthony Besanko y David O´Callaghan, detallan a lo largo de un extenso documento que la posición de Djokovic frente a la covid podía influir de manera directa en aquellas personas con dudas sobre si acceder o no a ponerse la vacuna, de forma que el tenista serbio contribuye al movimiento escéptico de los antivacunas.
"La posible influencia (de Djokovic en estas personas inseguras) viene del sentido común y de la experiencia. Un icono del mundo del tenis puede influir en personas de todas las edades, jóvenes o mayores, pero quizá especialmente en los jóvenes e impresionables, que quisieran emularlo. Esto no es especulativo, no necesita evidencia", relatan en el texto.
"En consideración del interés público, creemos que las personas no vacunadas suponen un mayor riesgo para el contagio de Covid-19 y su propagación a otros, más que las personas vacunadas, que puede llevar a una saturación del sistema sanitario", prosiguen.
Djokovic y sus seguidores
"A pesar de que aceptamos que la reciente infección de covid de Djokovic conlleva un riesgo insignificante de infección y, por lo tanto, presenta un riesgo insignificante para quienes lo rodean, su presencia en Australia, dada su bien conocida su posición sobre la vacunación, genera un riesgo de crecimiento para el movimiento antivacunas en una minoría de la población australiana", insisten, en una extensa argumentación en la que muestran su preocupación por la tendencia a cierto grupo de la sociedad que considera a Djokovic un "héroe o símbolo de libertad de elegir si vacunarse o no".
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Djokovic abandonó el pasado domingo el país 'aussie' con destino a Serbia, donde fue recibido como un héroe por decenas de aficionados, también apoyado por el gobierno local que considera "indignante" lo ocurrido. Su futuro deportivo sigue en el aire debido a las restricciones de países como Francia, Italia o Estados Unidos, que exigen la vacunación para poder atravesar sus fronteras.