Andy Murray estuvo en la misma situación en la que ayer estuvo el joven ruso de 19 años Andrey Rublev en la Rod Laver Arena.
Si entonces el británico recibió alguna que otra clase magistral de alguno de sus 'mayores', esta vez, en su condición de primer favorito del Open de Australia fue Sir Andy quien se encargó de enseñarle a uno de los tenistas llamados a dominar en el futuro lo que hay que hacer.
Murray estuvo excepcional. Sin cometer apenas errores selló su victoria por 6-3, 6-0 y 6-2 en una hora y 37 minutos con estas cifras: 9 'aces', 29 golpes ganadores y ni un solo punto de 'break' en contra desbordando a Rublev que, después, recibiría los elogios de su verdugo.
"Es impresionante verle. Este año creo que será el de su despegue", declaró Andy en la misma Rod Laver Arena.
En los primeros compases del tercer set, susto para el británico y su banquillo: Murray se torcía el tobillo derecho y era atendido por el médico y el fisioterapeuta del torneo. Después le quitó importancia: "No es demasiado serio", dijo.
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El primer favorito se enfrentará en tercera ronda al estadounidense Sam Querrey quien dio cuenta de otra joven perla a seguir: Alex de Miñaur, australiano de madre española, de 17 años.