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Los Rams conquistan su segunda Super Bowl

El equipo de Los Angeles derrotó a los Bengals por 23-20 en la gran final de la de la NFL

Kupp y Donald aparecieron en el último cuarto para marcar la diferencia, mientras que Burrow terminó medio cojo

Los Rams conquistan el segundo Super Bowl de su historia / | Efe
Alba López

No pudo ser en 2019, cuando sucumbieron ante los Patriots de Tom Brady (3-13). Pero valió la pena la espera y tres años después Los Angeles Rams conquistaron la segunda Super Bowl de su historia tras imponerse a los Cincinnati Bengals por 23-20 en un duelo agónico que no se resolvió hasta el último suspiro. 

En esta ocasión, los novatos estaban al otro lado del campo y se notó. Fue la final de Cooper Kupp y de Aaron Donald, quienes tardaron en aparecer pero cuando lo hicieron, en el último cuarto, resultaron providenciales. Uno en ataque y el otro en defensa. El primero anotó el touchdown decisivo. El segundo se quedó con la foto final cazando a Burrow cuando el quarterback comandaba a los Bengals en busca de la prórroga. 

'Joe Cool' no pudo hacer más esta vez. La línea defensiva de los Rams le asfixió. Jugó, además, el cuarto final medio cojo por un golpe en la rodilla. No será su última Super Bowl. De eso estamos convencidos. Gloria a los campeones y honor a los caídos. 

LOS RAMS TIRAN DE EXPERIENCIA EN EL INICIO

La puesta en escena de los Bengals en el partido fue una declaración de intenciones de Zac Taylor, su entrenador. "Hemos venido a jugar; no tenemos nada que perder", quiso decir cuando su equipo se jugó en el arranque un 4&1 en el centro del campo que le salió mal. 

Sean McVay, que había empezado dando bola a sus corredores para desgastar a la defensa rival, olió sangre y lanzó a Stafford a por el touchdown. La serie ofensiva de pases del experimentado quarterback fue perfecta (4/4). El último de ellos a Odell Beckham Jr., a quien encontró en la esquina de la red zone (7-0). Cincinnati estaba doblando el marcaje a Cooper Kupp y eso facilitaba la tarea a sus compañeros de ataque. Aun así, en ese mismo drive, el jugador ofensivo del año se inventó una recepción de 20 yardas de la nada. Es imparable.

La respuesta de los Bengals llegó a través de Joe Burrow y Ja'Marr Chase, quienes son como Zipi y Zape desde que coincidieran en la universidad de Louisiana State (LSU), donde se proclamaron campeones de la NCAA. A una mano y cayéndose el wide receiver recogió el pase de 46 yardas de Burrow caído del cielo, pero en la red zone Cincinatti no supo resolver y tuvo que conformarse con el field goal (7-3)

El partido estaba donde lo quería Los Angeles, que en el siguiente ataque volvió a golpear con otro touchdown, en esta ocasión de Cooper Kupp. No había manera de que la defensa de Cincinatti le hiciera cosquillas al mariscal de campo carnero. La jugada de engaño diseñada por McVay para dejar solo a su jugador había sido una delicia. Después, los Rams perdonaron el extra point (13-3).

MEJORA CINCINNATI CON LOS AJUSTES

Los Bengals, sin embargo, fueron ajustándose al tiempo que Burrow desmenuzó los movimientos de la defensa de los Rams. Y Mixon pudo correr regularmente. Eso permitió al quarterback tener algo más de tiempo para pasar. Fueron 12 jugadas para 75 yardas en siete minutos hasta la anotación, que llegó al más puro estilo San Francisco con un pase de 6 yardas de Mixon a Tee Higgins. Imaginación al poder (13-10).

Ahí no se acabaron las malas noticias para Los Angeles, que entre el tramo final de la primera parte y el inicio de la segunda se hicieron un harakiri en toda regla. La lesión de rodilla de Odell Beckham Jr. cuando trataba de recoger un pase fue una desgracia, pero hubo más culpa en la intercepción de Bates III a Stafford en la end zone. No había necesidad de jugársela de ese modo. A pesar de todo, los Rams se mantuvieron con ventaja al entretiempo.

Tras el show musical del descanso salieron más entonados los Bengals, que con un pase de 75 yardas de Burrow a Higgins se pusieron por primera vez en el encuentro por delante (13-17). No lo vieron los cebras, pero el receptor de Cincinatti había agarrado de la rejilla del casco a Ramsey, por lo que la anotación no debió de subir al marcador. Un field goal de McPherson amplió la renta de los de Ohio hasta los siete puntos (13-20).

A partir de ahí, los Rams fueron un querer y no poder. Stafford no encontraba a Cooper Kupp gracias al excelente trabajo de la defensa de Cincinnati y con el líder de la ofensiva fuera de juego tomaron aire los de Zac Taylor. La patada a palos de Matt Gay fue un mal menor (16-20).

COOPER KUPP Y AARON DONALD, A ESCENA

Y se entró entonces en el último cuarto. Con las espadas en todo lo alto pero tanto con Stafford como Burrow magullados. En especial, 'Joe Cool', al que le golpearon en la rodilla en un sack y ya no se volvió a recuperar. El quarterback de los Bengals sufrió a Aaron Donald, el mejor jugador defensivo de la Liga, durante todo el encuentro. Y notó especialmente su presión en la recta final, cuando se vio obligado a acelerar sus lanzamientos con el aliento del línea en el cogote en cada jugada.

Hasta ese momento Cooper Kupp, salvo en la acción de su primer touchdown, apenas se había dejado ver. Pero cuando su equipo más lo necesitaba fue él quien acudió al rescate (terminó con 99 yardas en total) con cinco recepciones casi seguidas de 7, 8, 22, 8 y 1 yardas, la última de ellas para otro touchdown (23-20). Fue un verdadero milagro. El derrumbe de la secundaria de los Bengals llegaba en el peor momento después de cuajar un partido fantástico

 

Con 1:25 en el reloj Burrow saltó al campo para llevar, al menos, el partido a la prórroga alcanzando la distancia de field goal. Y casi lo logra. Se lo impidió Aarón Donald con su segundo sack de la noche. Al quarterback de Cincinatti le llegaron hasta siete veces a lo largo de toda la final. La dudosa línea ofensiva de los Bengals, como se destacaba en todas la previas, era la llave maestra de la final. Y nadie se equivocaba.

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