El pozo sin fondo del número 1 del Draft en la NFL

No hay posición en el deporte más difícil en el planeta que ser quarterback en la NFL. Se requiere de un nivel de inteligencia, rapidez mental y talento de brazo al alcance de unos pocos elegidos entre los mortales. Bryce Young, mariscal de Carolina Panthers que fue elegido en la primera elección del Draft de 2023, está viviendo en sus propias carnes la pesadilla de ser considerado como uno de los 'fracasos' más estrepitosos de los últimos tiempos.

La carrera del jugador formado en la universidad de Alabama pende de un hilo. Tras un desastroso año rookie, en su segunda temporada en la liga no hace que empeorar su juego, y su futuro es más oscuro que nunca. Young y sus Panthers han arrancado el curso con un 0-2 de balance, dos abultadas derrotas ante Saints (47-10) y Chargers (26-3) que han desnudado las debilidades de un equipo que este verano había movido ficha en los banquillos para tratar de encontrar luz en la oscuridad. Nada más lejos de la realidad.

UNA APUESTA FALLIDA

La franquicia de Carolina contrató este pasado verano los servicios de Dave Canales para el puesto de entrenador jefe, que venía de un exitoso año en Tampa como técnico ofensivo, para enderezar el camino de los Panthers, que habían finalizado la campaña como el peor equipo de la NFL. Habían ganado 2 partidos y perdido 15.

Canales no tan solo debía ser el salvador del equipo, sino también de su gran apuesta en el Draft, Bryce Young, por el que habían hipotecado parte de su futuro. Para hacerse con el QB incluso se habían desprendido un año antes de su mejor receptor, DJ Moore, y primeras rondas valiosísimas que ahora disfrutan los Chicago Bears, con Caleb Williams y Rome Odunze en nómina.

NÚMEROS DE PESADILLA

En cualquier caso, el efecto Canales no ha durado ni dos temporadas. Bryce Young ha ofrecido un nivel paupérrimo en sus dos primeras jornadas de curso y lidera la liga..por la parte baja. Tan solo ha lanzado para 245 yardas (32^o) y todavía tiene que conseguir un solo touchdown. Suma 3 intercepciones y acumula un promedio de QB rating de 9.1, el penúltimo en toda la NFL. Los registros hasta la fecha dan miedo y las sensaciones son todavía peores.

Young está siendo incapaz de sacar provecho de una ofensiva que hace aguas. Carolina está falta de talento en la sala de receptores y eso no es problema del quarterback, aunque en la franquicia esperaban que pudiera ofrecer un mínimo en la dirección de juego. Ni Diontae Johnson, Thielen o Jonathan Mingo rascan balón cuando Bryce saca el snap. El mariscal, además de sus problemas tácticos, parece incapaz de conectar con claridad desde el pocket a causa de su corta envergadura. Su 1'80 metros de altura ya dejaba muchas dudas en el proceso Pre-Draft y ahora se ha convertido en un problema real. Es incapaz de conectar en la zona underneath (medio del campo) y le cuesta ver por encima de sus líneas ofensivos. Ni siquiera está siendo efectivo en jugadas de carrera o scramble, donde se lució en universidad.

DESTERRADO COMO TITULAR

Las malas noticias para el chico de tan solo 23 años no acaban aquí. Según afirmó Adam Schefter, Bryce Young será relevado al banquillo y será Andy Dalton quien ocupe el puesto de quarterback titular para Carolina Panthers de cara a la Week 3, una decisión que deja entrever la pérdida de confianza en el joven dentro de la entidad. Dalton, de 36 años, es un trotamundos de la NFL que vive sus últimos días como jugador profesional de fútbol americano, algo que no deja en muy buen sitio a Young. Con Andy sobre el césped, Dave Canales espera encontrar cierto orden y calma dentro de la franquicia ante los cantos de sirena de un posible despido.

UNA DECISIÓN HISTÓRICAMENTE MALA

Los primeros 18 partidos de Bryce Young en la NFL son históricamente malos: 2-16 de récord, 11 TD y 13 intercepciones con tan solo 3122 yardas conseguidas. Pero eso no es lo que más duele. Carolina pudo seleccionar en el primer pick a CJ Stroud, que se acabó yendo en el 2 a Texans donde ya se ha convertido en uno de los mejores novatos de todos los tiempos.

El año rookie de Stroud llegó a estar en las apuestas por el MVP, clasificando a Houston hasta la ronda divisional del play-off. En Carolina todavía se están tirando de los pelos con su decisión.