Los Golden State Warriors de los Splash Brothers vuelven a sonreír. Aunque lo cierto es que nunca dejaron de hacerlo. Tras dos temporadas lejos de la pelea por el título entre lesiones y ausencias, la franquicia de San Francisco está en disposición de volver a una nueva final de Conferencia y soñar con un título que se resiste desde 2018.
Los de Steve Kerr, que tan solo han firmado una derrota en primera ronda y otra en la eliminatoria frente a los Grizzlies, han recuperado su versión más determinante con el regreso de Klay Thompson y actualmente es uno de los rivales más peligrosos del sector oeste, donde, salvo sorpresa, se medirán a los Phoenix Suns o los Dallas Mavericks en el último duelo antes de la lucha por el anillo de la NBA.
La franquicia estadounidense firmó un poderoso registro de 53-29 en la fase regular para terminar en la tercera plaza tras Suns y Grizzlies después de dos cursos fuera de la disputa de los play-off. La lesión de larga duración de Klay Thompson y las ausencias intermitentes de Stephen Curry dilapidaron el poderío de un equipo que se sitúa como el tercero más laureado con un total de seis anillos, los mismos que Chicago Bulls, y tan solo por detrás de los más históricos: Lakers y Celtics, ambos con un total de 17.
Curry-Thompson-Green, la columna vertebral
Las tres figuras más importantes de estos Warriors son (aunque nunca han dejado de serlo) el trío que forman Stephen Curry, Klay Thompson y Draymond Green. Cuentan con experiencia en los play-off y se entienden de maravilla sobre la pista, donde Steve Kerr les ha devuelto un contexto favorable para sobresalir secundados por jugadores como Wiggins, Poole o Otto Porter Jr.
Con un promedio de 25.5 puntos por encuentro, el base de Akron ha vuelto a ser ese jugador determinante con sus acciones individuales: tiene un 43,7% en tiros de campo y un 38% desde la línea del triple. Escudado, cómo no, por su pareja de baile, un Klay Thompson que mejora los porcentajes de acierto desde la larga distancia y promedia, además, 20.4 puntos por encuentro.
Steve Kerr, infalible en las eliminatorias
Con gran parte del billete a las finales de la Conferencia Oeste en el bolsillo, el equipo de San Francisco sigue siendo inaccesible en las eliminatorias directas: bajo la mano de Steve Kerr jamás han caído en una ronda que no sea la final del anillo. El ex jugador de Suns, Bulls o Spurs, entre otros, tomó las riendas de la franquicia en 2014 y, desde entonces, siempre que los Warriors se han clasificado para los play-off han logrado llegar hasta la última fase. Tanto en la 2019/20 como la 2020/21 se quedó fuera, mientras que fue campeón en 2015, 2017 y 2018 y subcampeón en 2016 y 2019.
Thompson olvida sus problemas físicos
Gran parte de la mejoría general del equipo californiano pasa por el regreso, adaptación, crecimiento y consolidación de Klay Thompson en la pizarra de Steve Kerr. Alejado de las pistas durante más de 941 días, lo que se traduce en dos temporadas y media, regresó a principios del mes de enero y desde entonces no ha dejado de mejorar sus prestaciones físicas y de anotación: ha disputado 32 partidos de la fase regular con unos números notorios como 20.4 puntos, 3.9 rebotes y 2.8 asistencias por encuentro.
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Su mejor encuentro este curso fue, sin duda, el último de la fase regular frente a los Pelicans: el escolta de California firmó 41 puntos en poco más de 30 minutos de juego con un 55% de acierto en el tiro de campo y un 50% desde la línea de tres. Añadió, además, dos asistencias y tres rebotes para confirmar que en play-off estaba preparado para ser decisivo. Tanto ante Nuggets como ante Grizzlies ha mantenido sus niveles de anotación en dos dígitos.