Los Golden State Warriors han perdido en su estreno de la temporada 2017/2018 en casa frente a Houston Rockets por 121 a 122, pero por décimas de segundo el símbolo del partido podría haber sido distinto.
En la última posesión de los californianos, Kevin Durant dispuso de un lanzamiento de dos puntos que entró y parecía culminar en la victoria final, aunque no estaba claro si la canasta había entrado dentro o fuera de tiempo.
En un primer momento el público y los jugadores de Golden State celebraban el buzzer beater (lanzamiento sobre la bocina en inglés), pero los jugadores de Houston enseguida protestaron.
Tras echar un ojo a la repetición, el "instant replay" provocó la decepción en los californianos mientras que los tejanos celebraron con euforia su triunfo en la siempre complicada pista del Oracle Arena.
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Los Warriors, tras ir por delante todo el partido y durante gran parte del encuentro con rentas superiores a los diez puntos, dejaron que los Rockets remontaran 17 puntos de desventaja y se impusieron gracias a dos tiros libres anotados por P.J. Tucker a falta de 44 segundos para el final.